#15 El problema de Kenta

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En esa gran casa donde ahora vivían los hermanos Kurosaki, en su habitación durante el día Ikki trataba de dormir, pero era cierto que no lograba hacerlo más de unos cuantos minutos antes de despertar aterrado con la imagen de su alter-ego, en sus pesadillas hablaba con ella o veía imágenes de lo que pasaba cuando estaba transformado y otra vez despertó sudoroso tratando de palpar su cama mientras llamaba a su hermano.

Sado: -abrió la puerta- tranquilízate, Kail está con Senshi ¿ya lo olvidaste?

Ikki: ¿hace cuánto se fue?

Sado: no lo sé, uno hora o dos, eso no importa, hay visitas así que levántate y cámbiate la ropa.

Cada vez se veía y olía peor, no se cambiaba la ropa ni se molestaba en asearse, su largo cabello que antes era tan sedoso ahora era un nido de pájaros.Ikki se levantó y fue al baño, pero cuando se vio en el espejo ella estaba detrás así que se enfureció y lo rompió con su puño, aunque se le clavaron los vidrios y sangraba no le importaba, se resignó y fue así a la sala, sin ponerse zapatos tampoco.

Sado: iagh, no tiene remedio.

Henry se puso serio y fue hacia Ikki, lo golpeó en la cabeza y lo arrastró tomándolo por el brazo hasta dejarlo cerca de donde estaban todos los demás, los de la casa y las visitas.

Sack: es una suerte que Senshi haya salido a su madre.

Ikki: ¿qué quieres decir idiota?

Henry: cállense los dos, Ikki trata por un momento de actuar como una persona razonable y no como un animal, estas personas vinieron a hablar con nosotros, lo cual podría interesarte a ti también.

Gabriel: gracias Henry, bueno es bastante simple, les pido que les den protección a Fivie y Sack mientras me ausento.

Ikki: ¿no pueden cuidarse solos?

Sack: claro que sí, solo que Gabriel...

Gabriel: los demonios a los que nos enfrentamos eran mensajeros, vendrá algo peor, estos sujetos quieren a los siete pecados para ellos, o bueno, a los que estén con vida, eso incluye a Ikki y Kail.

Ikki: ¿por qué siento que ya he escuchado esto antes?

Traion: no es para nada lo mismo, Gabriel nos está advirtiendo sobre unas criaturas extrañas y peligrosas.

Ikki: ¿qué cosa?

Gabriel: ángeles caídos, aunque hay muchos y cada día hay por lo menos uno más, estos son comandados por siete principales, ellos deben de querer atraerlos a ustedes para algún plan diabólico.

Ikki: ¿y quién es el líder de estos sujetos?

Gabriel: su nombre es Yekun, pero debes creerme cuando te digo que ninguno de estos tipos tiene el más mínimo escrúpulo, no serían como los Akagui a los que pudieron convencer de recapacitar, esos sujetos son monstruos.

Ikki: ¿tú puedes decir eso?

Gabriel estaba sentado en una silla, Sack y Fivie en un sofá con Evergreen, cuando Ikki dijo eso Sack se levantó molesto para ir contra él, pero Fivie lo tomó del brazo mientras lo veía de reojo con una sonrisa coqueta.

Fivie: es difícil decir quien en esta habitación no es un monstruo, todos hemos matado de alguna forma para satisfacer nuestros deseos o necesidades, incluso los ángeles tuvieron que hacerles daño a sus iguales para cumplir con las peticiones de sus amos y mientras haya manos cubiertas de sangre no habrá quien se atreva a señalar.

Gabriel: ¡Fivie!

Ikki: no... tiene razón, lo lamento, no pienso lo que digo, a veces ella habla por mí.

Tsumi no akuryō (los demonios del pecado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora