Tsumi no akuryō (los demonios del pecado)

#27 "Misu"Una gotita de bondad

"Mi persona recibe el nombre de Misu por nuestro padre celestial, Misu es una criatura únicamente hecha para servir al señor, por lo que creé que demostrar emoción alguna solo la haría débil para su propósito, como le ha pasado a uno que otro de sus compañeros".

Misu estaba viendo a todos desde el lado contrario del patio, recorriendo otras partes de la casa.

"Misu es ángel guardián de dos personas, pero para Misu ninguno es más valioso que el otro, si tuviera que elegir entre salvar la vida de uno o del otro se basaría más bien en la utilidad y beneficios preservar la vida de uno en específico... pues Gregorio ha aprendido lo básico de la defensa personal y Agatha lo entrena muy bien en ese aspecto al igual que Misu, sin embargo su cuerpo ha demostrado tener problemas con las habilidades motrices y entra en pánico con mucha facilidad, por lo que sus increíbles capacidades mentales se desperdician en medio de una batalla..."

Gregorio estaba peleando con Hank en el patio, y aunque trataba de detener sus golpes la fuerza de Hank lo superaba y no fallaba en ningún movimiento, en cambio cuando Gregorio atacaba bastaba con que Hank lo bloqueara cruzando ambos brazos, empujándolo y tomándole del brazo para azotarlo contra el suelo. 

Hank: ¿estás bien? ¿continuamos?

Gregorio: solo dame un momento para... desmayarme aquí ¿te importa? –quedó inconsciente en el suelo-.

Hank: en vez de tantos libros debería entrenar un poco más su cuerpo.

Riof: -le lanzó una toalla a Hank- y tú deberías tomar un baño, apestas.

Hank: -se quitó la toalla de la cara- aich, -*sarcasmo*- jaja, muy gracioso.

Misu se detuvo frente a un altar lleno de fotos y estatuillas de Jesús, María y varios santos y ángeles.

"...en cambio Hank es todo lo contrario, posee una cantidad de Enevina menor a la de Gregorio y aunque la desarrollan al mismo nivel no tiene la misma capacidad de duración por su parte, pero tiene una fuerza física increíble, sorprendente de parte de un humano y trabaja bien bajo presión sin necesidad de un súper cerebro, si tuviera que salvar a uno Misu elegiría a Hank, pero tiene un defecto serio y es que pone a todos los demás por encima de él, es capaz de dar su vida hasta por un completo desconocido aun sin saber si esa persona tiene en mente matar a otras cinco, entonces solo le haría un daño al mundo, en ese aspecto es un completo tonto".

Juntó sus manos y comenzó a rezar.

"Oh mi señor, en este mundo no hay servidora más fiel a tus órdenes y deseos que Misu, tú ángel nacido de las aguas como alguna vez fue tu hijo redentor, y esa servidora jura lealtad todos los días a tu todopoderosa figura que cada mañana ilumina una nueva vida y una nueva oportunidad para estos malagradecidos mortales, ruega ella porque nunca permitas que se salga de tu camino".

"En nombre del padre, del hijo, del espíritu santo, amén".

Hank: ¡Misu! ¡¿dónde estás?!

Misu: Misu es requerida asique se retira majestad –hizo reverencia hacia el altar-.

Misu fue por uno de los corredores y se encontró a Hank que iba a buscarla precisamente.

Hank: oh, aquí estás ¿por qué no vienes conmigo? Tengo que hablar contigo.

Misu: estás hablando con Misu ahora.

Hank: sí, pero en un lugar más agradable para conversar.

Misu: esta es tu casa ¿no te gusta tu casa?

Hank: sí me gusta mi casa.

Misu: ¿y por qué no hablamos aquí?

Hank: porque... aich olvídalo, solo sígueme.