Tsumi no akuryō (los demonios del pecado)

#66 Cacería

Kano: -lucía relajado y dio suavemente un salto hacia atrás para evitar el ataque- hm... ya veo, tienen razón, en la obscuridad eres el triple de peligroso, pero hoy es luna roja –el brillo de la luna daba directamente sobre el patio-, aunque faltan más de tres horas para que llegue a su punto... el brillo que tiene ahora es muy fuerte.

Riof: ¡tch! lo esquivó con facilidad ¿ah?

Por alguna razón los tentáculos de Riof estallaron lanzándolo unos metros.

Riof: ¡a! ¿qué pasó? ¿otra vez se descontroló? ¿Gabriel?

Gabriel corrió hacia él haciendo señas, parecía muy alterado, y cuando llegó no dejaba de dar saltos y agitar los brazos.

Riof: ¿qué pasa contigo? ¿hm? Ah... claro, puedes hablar y ya no tienes que seguirme.

El efecto desapareció y sus ojos volvieron a la normalidad.

Gabriel: ¿estás bien? No me dejes mudo otra vez, es muy incómodo, pero bueno así no dependo tanto de mis nervios, en algo ayuda ¿no?

Riof: cállate, eres muy molesto, y estoy bien, solo me lastimé un poco el brazo, pero no es nada grave.

Gabriel: ¿seguro?

Riof: -se puso de pie- seguro.

Kano: ahora es mi turno.

Los rodeó con una esfera verde a cada uno.

Gabriel: ¿qué es esto?

Riof: es su don, lo usó para encoger a Kail e Ikki... y previamente a Senshi.

Suzuki: ¿eeeh? Kani no es justo, vas a terminar con la pelea demasiado rápido, yo también quería jugar con ellos.

Kano: tranquila Suzu, los próximos serán tuyos, recuerda que papá me dijo que...

Gabriel comenzó a transformarse forzando la esfera y Riof rodeó la suya de sombras así que Kano comenzó a hacer un esfuerzo por agrandarlas, pero el crecimiento de Gabriel era muy drástico y emitía esos fuertes chillidos que rebotaban en la esfera, por otro lado, Riof estaba usando su Encierro de oscuridad asfixiante para destruir la esfera recolectando toda la oscuridad de la noche, pero se deshizo.

Kano: ja.

Riof: rayos, que demonios.

Entrelazó sus dedos y vio la sombra que se formaba dentro de sus manos, de este pequeño rastro de oscuridad creó miles de sombras que comenzaron a dar vueltas dentro de la esfera y la hicieron estallar.

¡Crach! ¡Crach!

Sucesivamente Gabriel pasó a su forma araña y destruyó la suya.

Suzuki: es imposible.

Riof: ¿ya se les olvidó? Nadie puede vencerme de noche, idiotas.

Gabriel: ¡chiiiiiiiiiii!

Kano se tapó los oídos, pero Suzuki levantó un refugió de cristal alrededor de ellos que vibró bastante con las ondas ultrasónicas de Gabriel, pero no se destruyó y cuando se detuvo Suzuki la deshizo.

Gabriel: son muy buenos.

Riof: sí... lo son.

Kano: jajaja ¡jajajaja! ¡JAJAJAJAJA! ¡esto es muy emocionante Riof! ¡estoy muy feliz! Hace mucho que no me enfrentaba a alguien así... ¡hagamos de este un encuentro emocionante! –abrió los brazos hacia el cielo con una gran sonrisa-.

Mientras tanto Henry se dirigía a una habitación llena de comodidades para un paciente médico, era como la habitación de un hospital, los colores y los artículos como el marcador, el suero, el oxígeno y demás, en la cama yacía una mujer de gran parentesco a él, estaba en estado de coma y aunque se notaba que llevaba mucho tiempo ahí estaba bien conservada.