Raiden se dio cuenta de que Riof estaba agonizando y trató de ayudarlo, pero se sentía muy débil por la pérdida de sangre.
Riof: déjame, ve a que te curen esas heridas antes de que te maten.
Raiden: lo haré, aunque tú también deberías, traeré a alguien.
Riof esperó a que se fuera, se levantó y comenzó a correr, cuando Bárbara volvió no lo encontró y luego llegó Raiden, el cual le dijo que quería redimirse así que debían empezar con el proceso ahora.
Raiden: seguiré a Riof –venía con otro ángel-.
?: pero aún no te he curado.
Raiden: dame el antídoto para que mis heridas dejen de sangrar tanto y algunas cosas para limpiarlas.
?: como quieras.
Bárbara: no sé de qué se trata todo esto, pero sé que me lo dirá cuando esté listo.
Raiden: es un tipo bastante misterioso.
Aún era de noche, ya estaba muy oscuro y Riof se detuvo a descansar. Cuando recostó su cabeza de un árbol a su lado estaba Raiden.
Riof: ¡a! ¿cómo es que...?
Raiden: tienes piernas cortas así que no corres muy rápido y volando logré alcanzarte.
Riof: aléjate de mí.
Raiden: no, ahora seremos compañeros, cuando me sienta listo volveré y lideraré a los ángeles de ese pueblo, mientras tanto sé que Bárbara estará al pendiente.
Riof: -estaba furioso- no quiero que vengas conmigo.
Raiden: si quieres puedo ser tu sirviente, jaja, soy divertido, puedo hacer que quites esa cara de amargado.
Riof se llevó la mano a la cara y empezó a murmurar algo mientras Raiden se reía.
Raiden: ¿puedo saber por qué estás viajando?
Riof: -lo miró de reojo y se sentó muy serio- es un tema personal.
Raiden: ¿también estás entrenando?
Riof: en parte.
Raiden: oh ya sé, es una mujer, -Riof se sonrojó- lo sabía, eres la clase de sujeto que huye de sus sentimientos.
Apenas dijo eso ya tenía un chichón en la cabeza, aunque se seguía riendo discretamente.
Riof: Bárbara no me dijo mucho sobre ti, ahora que no tienes la marca ¿qué puedes decirme de Azazel?
Raiden: no mucho, yo era guardián de un soldado en una pequeña guerra de esas que hay entre países rivales todo el tiempo, como sabes ella es el ángel de la guerra así que promueve todo eso, estaba presente ese día y lograba influenciar a nuestros protegidos así que tratamos de detenerla entre todos, claramente no pudimos y dijo que mataría a los ángeles del bando que perdiera, hicimos lo posible por proteger y hacer reaccionar a nuestros amigos, pero no funcionó, mi bando perdió empezó a masacrarnos a todos, algunos del otro bando nos ayudaron y murieron también... yo fui el único que sobrevivió y ella me sujetó por la ropa y con su voz seductora dijo que podría matarme a menos que yo me pusiera a su servicio, estaba asustado y solo le rogué que me perdonara la vida, después de eso me realizó toda clase de torturas para que no me quedaran ganas de revelarme, me puso la marca y le dijo a Isamu que me llevara a conquistar alguna población donde la adoraran a ella en vez de a Dios, bueno, a ella y a Lucifer.
Riof: ¿sabes dónde se oculta?
Raiden: no, nunca me llevó allí y aunque así fuera ellos nunca se quedan en un solo lugar.
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Tsumi no akuryō (los demonios del pecado)
De TodoEn esta historia no se puede hablar sobre el bien y el mal de manera totalmente separada, sino sobre la mezcla de varios mundos por la apertura de la puerta al infierno desde donde las más desagradables y peligrosas criaturas vendrán a atacar a la d...