Tsumi no akuryō (los demonios del pecado)

#44 Familias

¡Tuuuuuuuuuuuuuum!

Senshi: ay... ¿qué es eso? –se despertó molesta y aún cansada-.

Agatha: -tenía una espanta suegras- ¡sí! Tienes resaca ¿verdad?

Senshi: déjame dormir... -se tapó la cara con la almohada-.

Agatha: nop, Hank quiere tener una conversación contigo, más te vale bajar.

Senshi: ¿por qué a mí?

Se vistió para la escuela y bajó, aunque no se arregló el cabello y se veía como un nido de pájaros.

Senshi: -*flojera*- buenos días.

Todos: buenos días.

Hank: Senshi quiero que vengas de inmediato conmigo a la cocina.

Senshi lo siguió y se sentó mientras le servía un té.

Hank: ¡no puedo creer que te hayas emborrachado con Karina! Digo ¿qué ejemplo te hemos dado en esta casa para que hicieras eso? A menos que... ya tuvieras ese vicio desde antes y no me haya dado cuenta, por Dios, no me lo perdonaría.

Senshi: -tenía un codo apoyado en la mesa y con esa mano se estaba tapando la cara- Sr. Hank... no grite por favor, yo solo me dejé llevar por el momento, festejamos un poco y luego hablamos de nuestros problemas, que por cierto no son para nada simples.

Hank: -golpeó la mesa con sus manos y Senshi se quitó la mano de la cara por el susto- no me importa señorita, no quiero que se vuelva a emborrachar hasta cumplir los 21, puedes beber, pero en cantidades moderadas y solo por ocasiones especiales ¿de acuerdo? –Senshi asintió- porque bajo "mi" techo se cumplen "mis" reglas.

Agatha: Hank sí que se enojó.

Agatha, Gregorio, Riof y Misu estaban espiando desde la sala.

Riof: pues inclusive entre él y Gregorio solo se llevan 14 años así que nunca lo ha visto como a un hijo, pero Senshi es una niña, la persona más joven a la que ha tenido que supervisar.

Gregorio: sí, nuestra relación siempre ha sido más de hermanos o algo así.

Misu: es la primera vez que Hank le habla de ese modo a otra persona.

Hank los vio y todos se escondieron.

Hank: como sea, tu castigo será ir así al colegio.

Senshi: por favor no.

Hank: así aprenderás tu lección.

Senshi fue al colegio y pasó un día agonizante.

En clase de artística:

Senshi: -estaba en posición de descanso sobre su mesa- no puedo, no puedo, que horrible dolor de cabeza.

Profesora: disculpe señorita Zelaznog ¿le ocurre algo? Usted siempre está muy atenta a la clase.

Senshi: disculpe, es que me duele la cabeza, pero está bien usted siga.

Profesora: si tú lo dices, hoy aprenderemos a dar sombras a los dibujos.

El desfile de un circo llegó a la calle que estaba al lado del colegio de Senshi.

Senshi: ¿es en serio?

La siguiente clase fue matemática y aunque Senshi trataba de prestar atención el dolor y el agotamiento no le dejaban entender nada, sin contar el desorden de sus compañeros.

?: ¡atrápala! –lanzó una bola de papel-.

?: ¡la tengo! –toma-.

La lanzó de vuelta, pero golpeó a Senshi en la cabeza.