#5 Los cinco pecados se reúnen

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Después de que Kail despertara Henry comenzó a evaluarlo y a hacerle preguntas para comprobar su estado mental.

Henry: entonces ¿mataste a alguien?

Kail: ...sí... lo intenté... con otro... pero sobrevivió...

Henry: ¿y te sientes culpable por haber matado a alguien?

Kail: ...sí... -unas lágrimas recorrieron su rostro-.

Senshi: Kail...

Kail: ...no... no sé cómo... podré... compensar... haber... acabado con una... vida... ¿debo morir?

Henry: claro que no, no eres el primero ni el único exorcista que debe matar a otro.

Kail: ...pero... era inocente...

Henry: y te arrepientes ¿no?

Kail: ...sí... pero... 

Henry: si te arrepientes es suficiente, no fue a propósito, fue un accidente, y si mueres entonces estás dejando de cumplir con un compromiso muy importante.

Kail: ¿un... compromiso?

Henry: cuando matas a un inocente debes hacer lo posible por disminuir sus cargas en el más allá, cumple sus metas, cuida a las personas que él amaba y dedica cada una de tus victorias a él.

Kail: ...eso... es increíble... pero... ¿por dónde debo... comenzar?

Senshi: yo lo sé, por favor señor Henry, déjeme llevarlo.

Henry: está bien.

Ikki: yo iré con ustedes.

Henry: no, tú aún puedes ser peligroso, él tiene que hacer esto, si algo malo pasa será responsabilidad tuya niña.

Senshi: sí señor, vamos Kail.

Kail: ...sí... -cuando pasó junto a Sado desvió la mirada rápidamente-.

Senshi, Hank y Hot llevaron a Kail hasta la casa.

Senshi: -fue la primera en pasar- ¡ya llegamos! 

Karina y Gregorio estaban en la sala hablando y comiendo fruta.

Karina: hola Senshi.

Gregorio: ¿cómo les fue? ¿de qué hablaron?

Senshi: bueno... tengo algo muy importante que decirte Karina.

Karina: ¿qué sucede? 

Senshi: bueno en realidad, es él quien debe decírtelo –se hizo a un lado para que Kail pasara-.

Cuando Karina vio a Kail saltó de su asiento a la defensiva.

Senshi: no, Karina por favor escucha.

Pero antes de hablar Kail se puso de rodillas, puso sus manos en el suelo y su frente sobre ellas.

Kail: ...perdón...

Karina: ¿ah? ¿qué haces?

Kail: ...perdón... yo... -levantó la cabeza y su cabello como siempre cubría sus ojos así que lo apartó para mostrar sus lágrimas- ...no sé qué decir... lo lamento... no quería... no quería arrebatarle... a su hijo... a mi hermano y a mí... hace tiempo... nos arrebataron... a nuestra madre... yo era muy pequeño... mi hermano me cuidó... y me consoló... pero sé... lo que es... ese sufrimiento... también creí que perdería... a mi hermano... acepte mi más sincero arrepentimiento... por favor...

Karina: -caminó hasta él y le tendió la mano- levántate, -lo ayudó a levantarse- sé que no fue tu intención hacer lo que hiciste esa noche, no te odio, no te guardo ningún rencor... así que no llores ni te humilles antes mí porque no lo merezco, eres un niño noble y con un gran futuro por delante.

Tsumi no akuryō (los demonios del pecado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora