#7 Conviviendo

13 4 1
                                    

*Durmiendo*

"Siempre fui de las personas que no les gusta pasar la noche en otro lugar, y mucho menos desde que mamá se fue, siento que debo aferrarme a todo lo que me queda de ella... porque si lo suelto la perderé para siempre".

Senshi: mamá por favor, sabes que no toleras el picante.

Mamá: -*riendo*- eso dices tú... listo, ¡cuidado! ¡voy a pasar con una parrillada de fuego!

Senshi: jajajaja.

Mientras Senshi dormía estaba soñando con su madre, después de todo la herida aún estaba fresca... y sin nadie más a quien sentirse atada era difícil dejar ir el dolor.

Durante el sueño ambas estaban en la cocina riendo, cocinando algo juntas solas en casa, pero cuando la madre de Senshi puso el plato con la parrillada sobre la mesa todo se puso oscuro.

***

Senshi: ¿mamá?

Empezaron a parpadear luces y aunque todo seguía oscuro dentro de la casa era levemente iluminado por una luz blanca que llegaba por el ventanal, las luces dejaron de parpadear quedando fija la que venía de afuera, pero esto mostró algo perturbador a Senshi...

Senshi vio a su madre tirada en el suelo, pero la poca luz que había no permitía que la distinguiera bien, decidió acercarse y al estar a su lado la luz llegaba de forma más directa.

Senshi: no...

La madre de Senshi estaba muerta en el suelo con los ojos abiertos, una enorme mancha de sangre cubría su vestido a causa de un disparo en su pecho y Senshi entró en pánico, aterrada y confundida.

Senshi: no... ¡no! Mamá... mamá por favor no me dejes... –se agachó, pero no se atrevía a tocarla, comenzó a llorar sin consuelo- despierta por favor.

En la oscuridad apareció una sombra con forma de mujer, Senshi se asustó al verla, pero comenzaron a aparecer más, con forma de hombres fuertes o delgados, mujeres altas y bajas, gordas y flacas que llenaron la casa de Senshi y se estaban acercando a ella.

Senshi: ¿qué está pasando? –decía tratando de limpiarse las lágrimas y retrocediendo un poco-.

La sombra de la primera mujer se acercó a Senshi y se agachó, estaba a punto de abrir la boca cuando...

Senshi: ¡aaa! 

Senshi se despertó repentinamente y en el cuarto estaban Riof y Hank haciendo el mismo ritual que en el hospital. Cuando Senshi despertó ya habían terminado, pero estaban aún haciendo esa seña con la mano en el aire.

Senshi: -estaba hiperventilando, pero respiró hondo y se logró calmar- ¿qué están haciendo aquí?

Riof: controlábamos un poco tu situación.

Senshi: pero ¿cómo es qué...?

Riof: solo atravesé la pared, tomé tu llave y dejé pasar a Hank.

Senshi: ¿y cuál es el punto de tener una llave?

Riof: en este tipo de casas es algo muy relativo.

Hank: disculpa que hayamos invadido tu privacidad aún después de prometerte que no lo haríamos.

Riof: yo no prometí nada.

Hank: -lo vio con algo de molestia- pero lo hicimos para protegerte, después de lo que pasó ayer te conectaste más con el demonio de la envidia, te está atormentando en tus sueños y comenzará a manifestarte de diferentes formas para tratar de corromperte.

Senshi: si, lo entiendo, pero ¿cómo supieron qué era él quien me asustaba en mi sueño? ¿es un él?

Agatha le había prestado un pijama a Senshi la noche anterior, que contaba con un pantalón de seda verde y una camisa blanca sostenida por tiras, además de dibujitos de flores en el escote.

Tsumi no akuryō (los demonios del pecado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora