VI

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Ana

Esa mañana en el bar, todo transcurría con la energía habitual. La música de fondo marcaba el ritmo de la velada, y yo estaba tras la barra, manteniéndome ocupada con una constante demanda de bebidas. La clientela estaba variada, y yo seguía sirviendo copas con la misma precisión que siempre. La rutina se rompió cuando una chica se acercó al mostrador con una sonrisa franca y decidida.

—Hola, la cuenta de esa mesa, por favor —dijo mientras sacaba su tarjeta, al parecer invitaba ella.

Asentí mientras preparaba la cuenta, pero antes de que pudiera entregársela, añadió algo que me sorprendió.

—Ah, y también me gustaría tu Instagram, por favor-Dijo directa.

Me quedé un momento en silencio, un poco desconcertada. No era común que alguien pidiera mi Instagram así, sin un motivo aparente. La chica notó mi expresión y, con una sonrisa tranquilizadora, aclaró su petición.

—Es para una amiga-Dijo mirándome con una sonrisa.

Fruncí el ceño, intentando entender. No tenía ni idea de a qué amiga se refería. Miré a mi alrededor, buscando alguna señal que pudiera ayudarme a aclarar la situación. Entonces, la chica levantó la mano y señaló hacia una mesa en la esquina del bar.

—La morena de la esquina —dijo la chica, haciendo un gesto hacia ella.

De repente, todo encajó. La morena de la esquina era la chica de la bolera, la cual había captado mi atención por su energía y su presencia magnética. Mi sorpresa se mezcló con una chispa de emoción al darme cuenta de que ella era la amiga que había estado buscando. Había algo en ella que me había intrigado desde el primer momento en que la vi.

Mi corazón dio un pequeño brinco al pensar que podría haber una conexión entre nosotras, aunque fuera a través de un simple intercambio de Instagram. No pude evitar sonreír al imaginar cómo las cosas podrían desarrollarse a partir de este pequeño gesto.

Con una sensación de complicidad y curiosidad, cogí una servilleta que tenía cerca y anoté mi nombre de usuario. Mientras lo hacía, no pude evitar preguntarme qué estaba pensando ella, y si esta pequeña acción podría ser el inicio de algo interesante. Finalmente, entregué el papelito a su amiga, que lo tomó con una sonrisa de satisfacción.

—Aquí tienes —le dije con una sonrisa sincera.

La chica me lo agradeció y se dirigió hacia la mesa. Yo volví a mi trabajo, pero mi mente seguía en la esquina del bar. La idea de que la morena que me había dejado una impresión tan fuerte, quisiera mi Instagram, me hacía sentir una mezcla de anticipación y curiosidad.

Mientras preparaba otra bebida, me encontraba pensando en cómo había comenzado la mañana y en cómo, a veces, un pequeño momento puede abrir la puerta a nuevas oportunidades y conexiones inesperadas. La posibilidad de conocer a esa chica, de quizás tener una conversación más allá de la bulliciosa bolera, me llenaba de una excitante expectativa.

Jana

Mientras la mañana avanzaba en el bar, las conversaciones creaban una atmósfera vibrante y animada. Yo estaba en una esquina de la mesa, disfrutando de la compañía de mis amigas, cuando vi a Mapi acercarse de nuevo. La noté con un aire de satisfacción y una sonrisa enigmática que me hizo levantar una ceja.

—Ya está todo pagado—dijo sonriente—. Y toma esto.

En su otra mano, llevaba un pequeño papelito. Lo miré con curiosidad y lo tomé. Al abrirlo, mis ojos se abrieron de par en par al ver que era un nombre de usuario de Instagram que contenía el nombre de "Ana". La sorpresa me invadió de inmediato, y me quedé sin palabras por un momento.

—¿Es esto el Instagram de... —pregunté, intentando procesar la información. Mi voz temblaba un poco, mezcla de incredulidad y emoción.

Mi amiga asintió, una chispa de diversión en sus ojos.

—Sí, lo es. He pensado que te gustaría tenerlo. Como no le has quitado el ojo de encima-Dijo con una pequeña risa.

Las palabras de mi amiga me golpearon con una mezcla de vergüenza y nervios. No había sido consciente de cuánto me había fijado en ella hasta que lo mencionó. La realidad de que mi curiosidad no había pasado desapercibida me hizo sonrojar profundamente. Mi rostro se calentó, y un rubor intenso se apoderó de mis mejillas. Intenté ocultar mi cara, pero mi risa nerviosa y mi gesto embarazado no hicieron más que acentuar mi incomodidad.

Mapi soltó una risa alegre al ver mi reacción. Parecía disfrutar de la sorpresa que había causado y de la situación en general. Aunque me sentía completamente expuesta y un tanto avergonzada, no podía evitar una sonrisa al darme cuenta de lo que esto significaba.

—Vamos, no es tan grave —me dijo, todavía riendo—.No he podido evitar dárme cuenta. Sabía que esto podría ser algo que te interesara.

Me reí nerviosamente, sintiendo una mezcla de alivio y emoción. A pesar de mi vergüenza, el hecho de tener el Instagram de Ana en mis manos me hacía sentir una oleada de entusiasmo. Desde el momento en que la vi en las puertas del Johan había sentido una conexión, una curiosidad sobre ella que no había podido ignorar. Ahora, tenía una oportunidad real de acercarme a ella, de conocerla mejor.

—Gracias, en serio —le dije a mi amiga, tratando de recomponerme.

Mientras guardaba el papelito con el Instagram, sentía cómo la vergüenza se mezclaba con una creciente anticipación. Pensar en Ana, en cómo había llamado mi atención desde el día en el estadio, me hacía sentir un poco nerviosa, pero también emocionada. Esta pequeña conexión, aunque modesta, representaba una puerta abierta a algo que podría ser muy interesante.

Mis pensamientos comenzaron a girar en torno a la posibilidad de iniciar una conversación con Ana, de conocer más sobre ella y ver hacia dónde podría llevarnos este pequeño intercambio. La emoción de la oportunidad y el nerviosismo de dar el primer paso se entrelazaban en mi mente, creando una sensación de expectativa que no podía negar.

Mientras mis amigas y yo salíamos del bar, el papelito en mi mano se convirtió en un símbolo de lo que podría ser un nuevo comienzo. La combinación de mi sorpresa, mi vergüenza y mi entusiasmo me hizo sentir que, a pesar de los pequeños tropiezos, esta mañana había abierto una ventana a algo prometedor y emocionante.
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Increíble asistencia de Mapi

Pues ahora Jana tiene su Instagram, ¿Lo aprovechará?

𝐍𝐎𝐓 𝐄𝐍𝐎𝐔𝐆𝐇-𝐉𝐚𝐧𝐚 𝐅𝐞𝐫𝐧á𝐧𝐝𝐞𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora