LXIII

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La habitación del hospital estaba impregnada de una atmósfera agridulce en el momento en que me preparaba para despedirme de Ana. Sabía que tenía que irme para un compromiso importante con la selección, un torneo que me llevaría fuera durante dos semanas. Me sentía un poco triste por no poder estar allí con Ana durante ese tiempo, pero también sabía que era algo que tenía que hacer.

Ana, a pesar de su estado, me sonreía con esa energía que siempre lograba transmitir. La vi ajustar sus almohadas mientras yo terminaba de recoger mis cosas. El ambiente en la habitación era cálido, y el tiempo que habíamos pasado juntas durante la última hora había sido reconfortante.

—Te voy a echar de menos —dijo Ana con una sonrisa melancólica—. Me va a hacer falta tu compañía.

—Lo sé, Ana —respondí, tratando de mantener el tono alegre—. Pero voy a estar pensando en ti todo el tiempo. Y no te preocupes por Jan mientras estoy fuera.

Ana levantó una ceja, claramente intrigada.

—¿Qué pasa con Jan? ¿Te has asegurado de que esté bien?-Preguntó preocupada.

—Sí —dije, con un toque de risa—. Mis padres van a quedarse en casa con él mientras estoy fuera. No tienes que preocuparte por nada. Ellos están encantados de tener a Jan con ellos y están deseando conocerte cuando vuelvas.

Ana abrió los ojos sorprendida.

—¿En serio? No puedo creer que tus padres hayan aceptado cuidar de Jan. Eso es realmente genial-Dijo sonriente.

Asentí con una sonrisa, aliviada de saber que todo estaba en su lugar.

—Sí, están muy emocionados. Quieren conocer a la persona que ha estado ocupando un lugar tan importante en mi vida. Ellos siempre han sido así de amables y comprensivos. Estoy segura de que Jan estará en buenas manos y que te va a conocer muy pronto-Ana se relajó un poco al escuchar eso, y su sonrisa se volvió más sincera.

—Eso suena maravilloso. Me alegra saber que Jan estará bien cuidado mientras estás fuera. Y me alegra aún más saber que tus padres están tan dispuestos a ayudar-Nos abrazamos, un gesto lleno de afecto y gratitud.

—Prometo que te mantendré al tanto de todo —le dije-Y a ver si te puedo dedicar algún gol, está difícil pero por ti lo intento-Ana se rió y me dio un ligero golpe en el hombro.

—Cuídate mucho, Jana, y disfruta del torneo. Te esperaré con ansias-Dijo acercándose para besarme.

—Igualmente —respondí, dando un último vistazo a la habitación—. Nos vemos pronto, Ana. Mantén tu ánimo arriba.

Con una última sonrisa, me dirigí hacia la salida, sintiendo una mezcla de tristeza por dejarla y esperanza por su pronta recuperación. Sabía que al volver, todo estaría en su lugar y que el apoyo de mis padres y la fortaleza de Ana la ayudarían a seguir adelante. Mientras me alejaba, me sentí un poco más tranquila al saber que todo estaba bien, y que el tiempo que pasaría fuera serviría para mejorar nuestra situación en conjunto.

Ana

Al día siguiente, la sesión de fisioterapia con Laura llegó y, como siempre, me sentía aliviada de tener su compañía. Laura entró en la habitación con su habitual energía positiva, y su presencia siempre lograba iluminar el ambiente.

—Buenos días, Ana—saludó Laura con una sonrisa—. ¿Lista para otra sesión?

—Hola, Laura—respondí, tratando de mantener el mismo entusiasmo—. Estoy lista, aunque tengo que admitir que los ejercicios no son mi parte favorita del día.

Laura se rió suavemente mientras preparaba el equipo.

—Entiendo completamente. A veces, el simple hecho de mantener una actitud positiva puede hacer una gran diferencia. Vamos a hacerlo lo mejor posible-Dijo acercándose.

Mientras empezábamos con los ejercicios, Laura mantenía la conversación ligera y llena de humor. Me hizo reír con sus comentarios y bromas, haciendo que el tiempo pasara más rápido. Su habilidad para transformar un momento potencialmente estresante en algo agradable me sorprendía cada vez.

—Si sigues con esa actitud, podríamos empezar a darte títulos honorarios —dijo Laura, mientras me ayudaba con un estiramiento—. ¿Qué te parece, "Campeona de la fisioterapia"?

—Eso suena bastante bien —respondí con una sonrisa—. Aunque, honestamente, estoy más interesada en obtener un poco de paz en lugar de trofeos.

Laura se inclinó un poco hacia mí mientras ajustaba mi posición, y esa cercanía creó una sensación de complicidad. Sus gestos y la forma en que me miraba durante los ejercicios hicieron que el tiempo se sintiera diferente, y me sorprendí a mí misma disfrutando de la sesión más de lo que esperaba.

—Tu actitud es contagiosa, Ana —comentó Laura, con una sonrisa que parecía reflejar un afecto genuino—. Me alegra que estés tomando esto con tanta ligereza. Hace que todo sea mucho más agradable.

—Gracias, Laura —dije, sintiéndome agradecida—. Tienes un don para hacer que las cosas sean más llevaderas. A veces olvido que estoy aquí para recuperarme y no solo para hacer ejercicios.

Laura continuó con su estilo relajado, mezclando bromas y apoyo mientras completábamos la sesión. La forma en que interactuábamos creaba una atmósfera de camaradería y diversión, y no me di cuenta de lo cercanas que estábamos hasta que la sesión comenzó a llegar a su fin.

Al terminar, Laura me ayudó a sentarme en la cama y se quedó cerca un momento más. Su sonrisa y la forma en que me miraba reflejaban una calidez que me hizo sentir especial, aunque no me di cuenta completamente de lo que estaba pasando.

—Has hecho un excelente trabajo hoy —dijo Laura con una sonrisa satisfecha—. Estoy segura de que tu progreso continuará y, con tu actitud, todo será más fácil.

—Gracias, Laura —respondí, sonriendo—. Te agradezco mucho por hacer que estas sesiones sean menos difíciles de lo que imaginé.

Mientras me despedía y me dirigía hacia la salida, me sentía enérgica y contenta. La conexión que sentía con Laura era algo que realmente valoraba, aunque en ese momento no me di cuenta completamente de las sutilezas de nuestra interacción. Laura había logrado hacer que la fisioterapia fuera mucho más que un simple tratamiento; había añadido un toque de alegría que necesitaba.
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Oioioi

¿Que está pasando por aquí?😬

𝐍𝐎𝐓 𝐄𝐍𝐎𝐔𝐆𝐇-𝐉𝐚𝐧𝐚 𝐅𝐞𝐫𝐧á𝐧𝐝𝐞𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora