Ana
Cuando Jan llegó a casa, la luz del día se estaba desvaneciendo, y el comedor se llenó con la calidez de la cena. El ambiente, aunque acogedor, no logró deshacer completamente la tensión que había cargado durante el día. Me esforzaba por mantener una conversación ligera y distraerme, pero no podía evitar notar que Gemma parecía inusualmente nerviosa.
La pequeña jugueteaba con su comida, y sus ojos se movían inquietos de un lado a otro. La preocupación que noté en su comportamiento me hizo preguntar:
-Gemma, ¿qué pasa, cariño?-Le pregunté llamando su atención.
Gemma, en lugar de responder, miró hacia Jana con una expresión que parecía pedir ayuda. Mi corazón se aceleró al ver la mirada de mi hija; había algo en su actitud que me decía que necesitaba algo más que palabras para tranquilizarla. Jana, al darse cuenta de la preocupación en los ojos de Gemma, soltó una risa suave, que de alguna manera aliviaba la tensión en el aire.
-Parece que nuestra pequeña tiene algo en mente-dijo Jana con una sonrisa que parecía tener un secreto. Se levantó y se dirigió al salón, regresando con un par de sobres decorados. Mi curiosidad creció a medida que Jana se acercaba a la mesa con los sobres.
Recibí mi sobre con una mezcla de intriga y esperanza. Mientras Jan y yo desdoblábamos los papeles, Gemma hizo lo mismo con el suyo. Al ver lo que había dentro, una ola de sorpresa y alegría me invadió.
-¡Mami nos vamos de vacaciones a Forentera!-Dijo Gemma emocionada.
-Formentera cariño-Corrigió Jana con una sonrisa.
-Eso, Formentera-Repitió Gemma con seguridad.
-¿En serio?-pregunté, incapaz de creer lo que veía.-¿Vamos a Formentera?Jana, con una sonrisa satisfecha, confirmó la noticia.
-Sí, una semana en Formentera. Creo que todos necesitamos un cambio de ambiente y una oportunidad para relajarnos y disfrutar juntos. Es una manera de dejar atrás el estrés y crear recuerdos felices-Dijo mi chica con una sonrisa enorme.
Gemma, al escuchar la noticia, mostró una alegría sincera que iluminó su rostro. Se lanzó a mis brazos, abrazándome con una energía que me hizo sentir aún más emocionada.
A medida que la cena continuaba, el ambiente en la mesa se llenó de conversación animada sobre los planes para nuestras vacaciones. La idea de explorar las playas y disfrutar de actividades juntos nos brindó un nuevo sentido de anticipación y alegría. La sorpresa de Jana había transformado la noche, dándonos un motivo para sonreír y sentir esperanza.
Miré a mi alrededor y vi en los rostros de mi familia el reflejo de un alivio y una felicidad renovada. La capacidad de Jana para traer un rayo de luz en medio de la oscuridad fue un recordatorio de lo importante que es estar unidos y encontrar momentos para disfrutar juntos.
Con Gemma acurrucada en mi regazo, sintiendo su calor y amor, me di cuenta de que, a pesar de los desafíos que habíamos enfrentado, estábamos a punto de embarcarnos en una nueva aventura que nos brindaría el descanso y la alegría que tanto necesitábamos. La sorpresa de Jana nos ofreció una luz al final del túnel, y mientras planeábamos nuestras vacaciones, el sentimiento de unidad y optimismo nos envolvía, llenando el aire con una renovada sensación de esperanza y felicidad.
Al la mañana siguiente nos encontrabamos en medio de la tarea de preparar el equipaje para nuestras vacaciones. Jan ya había terminado con el suyo, y el resto de la casa estaba en calma. Jana y yo, rodeadas de maletas y montones de ropa, nos concentramos en organizar el equipaje de Gemma. Aunque parecía una tarea sencilla, el acto de prepararnos para el viaje tenía una cualidad especial, un toque de anticipación y emoción que hacían que cada pequeño detalle fuera significativo.
Jana y yo trabajábamos en sincronía, doblando ropa, organizando juguetes y metiendo todo en la maleta de Gemma. Mientras lo hacíamos, la conversación fluía de manera natural, como si el simple acto de prepararnos para el viaje nos permitiera abrirnos más el uno al otro.
-¿Recuerdas la última vez que fuimos a la playa?-preguntó Jana, sonriendo mientras guardaba una pequeña sombrilla en la maleta.-Gemma estaba tan emocionada con el agua. Era como si nunca hubiera visto el mar antes.
Sonreí al recordar aquel momento.
-Sí, y ella no paraba de correr hacia las olas. Fue un día maravilloso. Me alegra que vayamos a tener más recuerdos así-Dije con una sonrisa sincera.
Jana se detuvo un momento y me miró con ternura.
-A veces, en medio del caos y las dificultades, es fácil olvidar lo afortunados que somos por tenernos unos a otros. Estos momentos sencillos, como preparar las maletas y planear unas vacaciones, son los que realmente cuentan-Sentí un nudo en la garganta al escuchar sus palabras. La sinceridad de Jana y su capacidad para encontrar belleza en los pequeños detalles siempre me conmovía.
-Es verdad-respondí-A veces me pregunto cómo he tenido la suerte de tenerte en mi vida. Tu apoyo y amor hacen que todo sea más fácil, incluso cuando las cosas se ponen difíciles.
Jana se acercó y me dio un beso breve pero cálido.
-Y tú para mí. No solo eres una increíble compañera, sino también una madre excepcional. Ver cómo manejas todo con tanto cuidado y amor me hace admirarte aún más-Dijo volviendo a besarme.
Me abrazó con fuerza, y en ese momento, me di cuenta de cuánto significaba para mí su presencia y su apoyo constante.
-Gracias-murmuré, sintiendo una profunda gratitud.-No podría haberlo hecho sin ti. En serio, te quiero más de lo que las palabras pueden expresar.
Jana sonrió, sus ojos brillando con emoción.
-Yo también te quiero, es más, te amo. Y estoy realmente feliz de que estemos haciendo esto juntas, creando recuerdos para nuestra familia. Estos momentos son lo que realmente importa-Añadió con cariño.
Mientras continuábamos con la tarea de empacar, la conversación se mantuvo ligera y alegre, pero la conexión que compartíamos era palpable. A medida que cerrábamos la última maleta, me sentí llena de un profundo sentido de paz y gratitud. El viaje a Formentera no solo representaba un cambio de escenario, sino también una oportunidad para disfrutar de la compañía mutua y fortalecer aún más nuestro vínculo.
Con las maletas listas y el equipaje organizado, miré a Jana con una sonrisa de satisfacción.
Mientras nos dirigíamos al salón para descansar antes de partir, su mano en la mía me recordó que, a pesar de cualquier desafío que enfrentáramos, lo haríamos juntas, con amor y apoyo incondicional. En ese simple acto de preparar nuestras maletas, encontramos una nueva forma de celebrar nuestra conexión y el amor que compartíamos.
____Me las como
Aviso que el final alternativo no es feliz, el que avisa no es traidor
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𝐍𝐎𝐓 𝐄𝐍𝐎𝐔𝐆𝐇-𝐉𝐚𝐧𝐚 𝐅𝐞𝐫𝐧á𝐧𝐝𝐞𝐳
RandomDesde que Jana vio a Ana por primera vez algo en ella le llamó demasiado la atención, ambas son personas completamente diferentes, sus vidas no tienen nada que ver, pero por alguna razón el destino decide juntarlas