Al llegar a casa después de una mañana larga, me dejé caer en el sofá, sintiendo el peso del cansancio en mis hombros. Durante el trayecto, había estado pensando en Ana, en qué hacer con su Instagram, me daba vergüenza hablarle, ni siquiera había sido yo la que le había pedido su usuario, tal vez ni siquiera sabía que era para mí.
Decidí que iba a echar un vistazo fondo a su perfil, que tuviese vergüenza no quitaba el tener curiosidad. Abrí Instagram y busqué su nombre. Al encontrar su perfil, me sorprendió ver que estaba en público. Esto facilitaba mi curiosidad, así que comencé a explorar sus fotos.
Las primeras imágenes que vi eran de Ana con amigos en diversas celebraciones y reuniones. En algunas fotos, ella estaba sola, con una sonrisa que parecía iluminar el lugar. Había algo contagioso en su alegría, algo que me hizo sentir una extraña conexión con ella, a pesar de que no la conocía en absoluto.
De repente, me encontré con una serie de fotos con su hermano pequeño. En cada imagen, Ana parecía estar disfrutando el momento con él. Las fotos eran tiernas y mostraban una faceta de Ana que contrastaba con la imagen de fiesta y diversión que había visto anteriormente. Me hizo preguntarme cómo sería su vida cotidiana, cómo era su relación con las personas cercanas a ella.
Pero lo que realmente me atrapó fueron sus historias destacadas. Había una en particular que capturó toda mi atención. En ella, Ana mostraba una serie de fotos y videos de su tiempo en un skatepark. Desde el principio, me impresionó su habilidad con el monopatín. En cada video, Ana hacía trucos que parecían desafiar la gravedad. Siempre llevaba su característica gorra y viendo los vídeos me daba cuenta de lo atractivo que era su estilo para vestir.
El skatepark se veía vibrante y lleno de energía. Ana estaba en el centro de todo, realizando saltos y maniobras con una confianza y destreza que me dejaron boquiabierta. Cada truco era más impresionante que el anterior, y no podía evitar admirar la pasión y el entusiasmo con los que se entregaba a su pasatiempo. La forma en que reía después de un truco fallido mostraba una autenticidad y alegría que me resultaban irresistibles.
Observé detenidamente cómo Ana se movía con gracia sobre el monopatín, cómo cada truco era ejecutado con precisión. La forma en que la gorra se movía con ella, como un sello distintivo de su estilo, solo acentuaba la impresión de que estaba viendo a alguien que realmente disfrutaba de lo que hacía.
Después de ver todas las historias destacadas, sentí una mezcla de emociones. Por un lado, había una profunda admiración por su habilidad y su actitud positiva. Por otro, había una fuerte curiosidad sobre quién era realmente Ana, sobre cómo había llegado a ser la persona que mostraba en esas fotos y videos. Me preguntaba qué la motivaba, qué historias había detrás de esos momentos capturados en el skatepark.
Finalmente, decidí que debía hacer algo al respecto. No podía quedarme solo con la curiosidad. Abrí la opción para enviarle un mensaje y, con el corazón latiendo rápidamente me atreví a escribirle.
Hola Ana, soy Jana, la chica de la bolera, quizás esté mensaje te sorprenda porque ni siquiera he sido yo la que se ha acercado a pedirte el Instagram, pero me gustaría conocerte.
Hice una última revisión al mensaje y presioné "enviar". Luego me recosté en el sofá, sintiendo una mezcla de nervios y emoción. Había dado el primer paso y ahora solo quedaba esperar su respuesta. El simple acto de intentar conectar con alguien que me había impactado de manera tan inesperada me hizo sentir que quizás, solo quizás, estaba a punto de abrir una puerta a una nueva y emocionante amistad.
Ana
Estaba disfrutando de un breve descanso en el bar, esa pausa tan esperada que me permitía desconectar un poco del trabajo. Salí a fuera y me apoyé en la pared para descansar un poco, saqué mi teléfono para ver las notificaciones, aunque lo más normal siempre era no encontrar ninguna mi mirada se detuvo en un mensaje de Instagram que no esperaba. La cuenta era de una chica llamada Jana, y lo primero que noté fue el ícono azul de verificación junto a su nombre. Mi curiosidad se disparó al instante.
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𝐍𝐎𝐓 𝐄𝐍𝐎𝐔𝐆𝐇-𝐉𝐚𝐧𝐚 𝐅𝐞𝐫𝐧á𝐧𝐝𝐞𝐳
RandomDesde que Jana vio a Ana por primera vez algo en ella le llamó demasiado la atención, ambas son personas completamente diferentes, sus vidas no tienen nada que ver, pero por alguna razón el destino decide juntarlas