XXXXVIII

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Tercera persona

Jana estaba tumbada en la cama, con el cuerpo tenso por la expectación. Sabía lo que le esperaba y sólo de pensarlo su zona más sensible palpitaba de necesidad. Ana, estaba de pie junto a la cama, con una sonrisa perversa en los labios. Sus ojos brillaban con picardía al contemplar la figura desnuda de Jana, tendida ante ella.

Ana se acercó a la cama, con la mirada fija en los pechos turgentes de Jana. Extendió la mano y pasó suavemente las sus dedos por los pezones de Jana, que arqueó la espalda y soltó un suave gemido.

-Te gusta, ¿verdad?-ronroneó Ana, con una voz cargada de deseo.-Te gusta cuando tomo el control.

Jana asintió, su respiración se aceleró cuando los dedos de Ana continuaron su tortuoso camino hacia abajo, trazando círculos alrededor de su ombligo.

-Sí-susurró, con la voz ronca por la necesidad.

La otra mano de Ana se deslizó hacia abajo para agarrar el muslo de Jana, apretando la carne firme mientras ella abría las piernas.

Ana se inclinó hacia delante y apretó los labios contra los de Jana, acariciando y saboreando su boca con la lengua. Sus besos eran hambrientos y apasionados, reflejando el crudo deseo que ardía entre ellas. La mano de Ana se deslizó entre los muslos de Jana y sus dedos se hundieron en su humedad mientras ella gemía en su boca.

Pero, de repente, Ana retiró la mano, dejando a Jana con ganas de más.

-No juegues Ana-Dijo Jana, con ojos suplicantes, mientras se acercaba a Ana, sólo para que le sujetara las muñecas por encima de la cabeza.

-No tan rápido- susurró Ana, con su aliento caliente abanicando el cuello de Jana-Queiro hacerlo bien- Y con eso, bajó la cabeza, sacando la lengua para lamer una larga y lenta franja del muslo tembloroso de Jana.

Jana gimió y su cuerpo se agitó contra la cama mientras la lengua de Ana le acariciaba la piel sensible, evitando su núcleo dolorido.

-Ana, por favor-jadeó, sus caderas se sacudieron mientras buscaba desesperadamente la liberación.-Te necesito. Por favor.

-Todavía no-ronroneó Ana, mordisqueando la sensible piel de la cara interna del muslo de Jana. Sus dedos bajaron y se acercaron peligrosamente a la zona sensible de Jana.

Entonces, finalmente, Ana le dio a Jana lo que ansiaba. Su lengua penetró profundamente en el centro de Jana, acariciando y rodeando su clítoris mientras ella gemía y se retorcía debajo de ella. Los dedos de Ana se hundieron en el agujero de Jana, estirándola y llenándola mientras su hábil boca hacía su magia.

-Joder-Jana gritó, su cuerpo se tensó mientras el placer la recorría en espiral. -No pares, por favor, no pares.

Ana gimió de aliento, sus dedos se curvaron justo para golpear todos los puntos correctos mientras su lengua trabajaba a un rito que causaba de todo en Jana.

Jana gritó mientras su orgasmo la desgarraba, su cuerpo temblaba incontrolablemente mientras una oleada tras otra de placer la bañaba. Ana se separó de Jana mientras su orgasmo remitía.

Pero Ana aún no había terminado con ella. Soltó las muñecas de Jana y la besó por el cuerpo hasta llegar a su boca, besándola profundamente para que Jana pudiera saborearse en la lengua de Ana.

-No tienes ni idea de lo increíblemente guapa que estás ahora- susurró Ana, mientras sus dedos trazaban perezosos dibujos sobre la piel sudorosa de Jana.

Jana abrió los ojos y su pecho se agitó mientras intentaba recuperar el aliento.

-¿Como me dices esas cosas después de hacerme perder todos los papeles?-Preguntó la futbolista con una pequeña risa.

𝐍𝐎𝐓 𝐄𝐍𝐎𝐔𝐆𝐇-𝐉𝐚𝐧𝐚 𝐅𝐞𝐫𝐧á𝐧𝐝𝐞𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora