Ana
El dolor que sentía era agudo y persistente, pero al mirar a Jana, sentada a mi lado en el sofá, me di cuenta de que nada en comparación con el dolor de la separación que estaba experimentando. Mi cuerpo se quejaba en cada movimiento, y el esfuerzo por mantenerme erguida me estaba agotando, pero el dolor emocional de ver a Jana herida era mucho más profundo.
Me acomodé en el sofá, intentando controlar la expresión de dolor en mi rostro. La angustia y la desesperación de ver a Jana sufriendo me hacían olvidar la incomodidad física. Su dolor era un recordatorio constante de lo que estaba en juego y de cuánto significaba para mí. Tomé una respiración profunda, preparándome para decirle lo que realmente necesitaba que supiera.
-Jana-comencé, mi voz temblando pero llena de sinceridad,-lo que más quiero en este mundo es que entiendas cuánto te amo. A pesar del dolor que estoy sintiendo ahora, lo único que realmente me importa es que comprendas lo profundo de mis sentimientos por ti.
Miré sus ojos, que aún estaban llenos de lágrimas, y continué.
-Te amo más que a nadie en este mundo. No puedo imaginar un futuro sin ti a mi lado. Mi vida no tendría sentido sin ti, sin tu risa, sin tus caricias, sin tu amor. Quiero compartir todo lo que me queda de vida contigo. Quiero que seas la madre de nuestros hijos y la persona que vea cada mañana al despertar-El dolor en mi cuerpo parecía desvanecerse mientras hablaba, absorbido por la intensidad de mis sentimientos.
-Cada día, cada despertar, la única razón por la que quiero seguir adelante es por ti. Eres la razón por la que me levanto cada mañana, el propósito que le da sentido a mi vida.-Jana me miraba con una mezcla de asombro y dolor, y vi cómo las lágrimas seguían rodando por sus mejillas.
-No sé si puedo explicar lo que esto significa para mí, lo mucho que te necesito. Te pido disculpas de todo corazón por cualquier malentendido. Lo último que querría es causarte dolor. Pero necesito que sepas que, aunque este momento es difícil, mi amor por ti no ha cambiado. Es más fuerte que nunca.-Tomé su mano con suavidad, sintiendo la calidez de su piel bajo la mía.
-Lo que quiero, más que nada, es estar contigo, construir un futuro juntas. No quiero que esto nos separe, porque no puedo imaginar mi vida sin ti. Eres todo para mí, y estoy dispuesta a hacer lo que sea necesario para demostrarte que mi amor por ti es real y duradero-El silencio que siguió estaba cargado de emoción.
Jana parecía asimilar mis palabras, y aunque la tristeza aún estaba presente en su rostro, sentí que había abierto una puerta hacia una posible reconciliación. Estaba dispuesta a soportar el dolor físico y emocional para transmitirle lo que realmente sentía, con la esperanza de que esas palabras fueran suficientes para sanar las heridas y reconstruir lo que habíamos compartido.
Jana
Las palabras de Ana resonaban en mi mente, llenas de sinceridad y dolor. Me sentía abrumada por la intensidad de sus sentimientos, pero a la vez, esa intensidad me hizo cuestionar mis propias emociones. Su amor por mí era palpable, y aunque el dolor del malentendido seguía presente, sus palabras me daban una chispa de esperanza y reconciliación.
No pude evitarlo; las lágrimas comenzaron a recorrer mis mejillas de nuevo. Me quedé sin palabras, atrapada entre la confusión y el profundo amor que sentía. Sin poder encontrar una respuesta adecuada, me incliné hacia Ana, sintiendo la necesidad urgente de expresar mis sentimientos de una manera que las palabras no podían capturar.
Me acerqué lentamente a ella, nuestras miradas conectadas con una intensidad que dejaba claro que todo el dolor y la confusión se disolvía en ese instante. Mis labios encontraron los de Ana con una ternura desesperada, un beso que estaba lleno de todas las emociones que no podía expresar con palabras.
El beso fue a la vez suave y apasionado, un contacto que hablaba de amor, arrepentimiento y el deseo de sanar. Sentí cómo el mundo a nuestro alrededor se desvanecía, dejándonos solo a nosotras dos, el dolor y el amor enredados en ese contacto tan profundo.
Finalmente, me separé ligeramente, mis lágrimas mezclándose con la emoción que sentía. Miré a Ana a los ojos, aún temblando por la intensidad del momento.
-Te amo-susurré, con la voz quebrada pero llena de significado.
Ana me miró con un brillo de esperanza y alivio en sus ojos, y en ese instante, el peso de nuestras preocupaciones y malentendidos parecía empezar a desmoronarse. La sinceridad de mi declaración, acompañada por las lágrimas y el beso, había creado un puente entre nosotros, un espacio donde el dolor podía ser confrontado y, con suerte, sanado.
El silencio que siguió al beso era un testimonio de la conexión que compartíamos, y aunque la herida no se cerraría de inmediato, el simple acto de demostrar nuestro amor en medio del dolor nos daba una nueva oportunidad para reconstruir y sanar juntas.
Las palabras que acababa de decir flotaban en el aire entre nosotras, llenas de una verdad cruda y profunda. Ana me miraba con una mezcla de esperanza y alivio, su rostro aún contorsionado por el dolor físico y emocional. El beso que compartimos y mi declaración de amor parecían haber abierto una puerta hacia una nueva comprensión, pero la realidad de nuestro dolor seguía presente.
Ana intentó esbozar una sonrisa, aunque estaba claramente agotada.
-No sé si puedo pedir perdón suficiente para lo que te hice pasar-dijo con voz temblorosa.-Todo lo que quiero es que sepas que te amo con todo mi corazón. Estoy dispuesta a hacer todo lo que esté en mis manos para arreglar esto, para que podamos superar este malentendido.
Yo asentí, sintiendo una oleada de emociones.
Nos sentamos juntas en el sofá, el espacio entre nosotras llenándose lentamente de una nueva esperanza. La atmósfera estaba cargada de un sentimiento de vulnerabilidad, pero también de una promesa de que trabajaríamos para superar la adversidad. El silencio que nos rodeaba ahora era un espacio de reflexión y comprensión mutua.
El tiempo pasó mientras compartíamos nuestras emociones más profundas, con Ana explicando más sobre el malentendido y yo revelando mis propios temores y expectativas. A pesar de la dificultad de la situación, el simple hecho de estar juntas y hablar abiertamente nos ayudó a avanzar hacia una resolución.
Finalmente, mientras el sol comenzaba a ponerse, iluminando la habitación con una luz suave y cálida, me sentí un poco más en paz. Había una sensación de que, aunque las heridas no se sanarían de inmediato, al menos estábamos dispuestas a enfrentarlas juntas. La promesa de amor y la determinación de superar el dolor nos unían de una manera más fuerte, y eso me daba una renovada esperanza para el futuro que aún deseábamos construir juntas.
____Si es que no pueden ser más monas tío
Nuestra chica rebelde es un oso amoroso en el fondo🥹
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𝐍𝐎𝐓 𝐄𝐍𝐎𝐔𝐆𝐇-𝐉𝐚𝐧𝐚 𝐅𝐞𝐫𝐧á𝐧𝐝𝐞𝐳
RandomDesde que Jana vio a Ana por primera vez algo en ella le llamó demasiado la atención, ambas son personas completamente diferentes, sus vidas no tienen nada que ver, pero por alguna razón el destino decide juntarlas