La división en las clases sociales, solo existe en las mentes de las personas inseguras...
-¡¿Qué te hizo Tania?!- me tomó por lo hombros, estaba molesto, un sentimiento extraño viniendo de él.
-Terminé con él- expresé con suspiros mas que con palabras, nos sentamos y le conté a detalle lo de la cena y cómo me habían hecho sentir. Lo que había pasado en el carro, eso lo reservé para mi.
-Me humillaron y Josué nunca me defendió- mis lágrimas no dejaban de brotar, una tras otra.
-Quizá no lo notó- se que quería consolarme, pero no lo lograba.
-Ay, por favor- reclamé molesta, volteando lo ojos.
-Es en serio Tania, tal vez el no lo vio de esa manera, ese tipo de ambiente es algo normal para él-
-no es mi ambiente-
-lo sé, pero haz un esfuerzo por él, eso es parte de su mundo, de su círculo, el creció rodeado de esa atmósfera-
-¿su mundo? ¡Donde solo existen joyas, zapatos, vestidos!, ¿por qué crees que me regalo el collar?, para que no desentonara con sus amigas!-
-eso no lo sabes, y no creo que ese fuera el motivo-
-yo..., yo no tengo la posición social, ni nada para estar a su altura-
-ya entendí, ¿ese es el problema verdad? ¡Te hicieron sentir menos! te bajaron la autoestima, ¿qué no estas a la altura de quien Tania? ¿de ellas? que yo sepa Josué jamás ha hecho alarde de su dinero y menos contigo, ¿o me equivoco?, ¿te estás escuchando? ¿Realmente crees lo que estás diciendo? ¿Realmente sientes eso? nunca te importó el dinero, ni las clases sociales, tampoco te ha faltado nada, no ganarán mucho tus papás como maestros, pero te dan lo suficiente para tener casa propia, tu carro, tu escuela sin tener necesidad de trabajar...- tenia fuerza en su voz, señal de que estaba con distinto humor, uno muy diferente al carácter pasivo que lo caracterizaba.
-Yo siempre te he apoyado en cualquier decisión que tomas- prosiguió,- pero esta vez estás mal, si quieres dejarlo, pues déjalo, pero por las razones correctas.-
Negué con la cabeza sin contestar. De pronto recordé un comentario de Ángel.
-¿Dices que vino? ¿A qué hora?- limpié mis lágrimas y recargué mi cabeza en el sillón.
-Primero te llamé en la mañana para ver cómo te había ido anoche y nadie me contestó, después te marqué a tu celular y lo tenías apagado, tu nunca lo apagas ni siquiera en la noche, así que ahí realmente me preocupé, pensé que estabas con Josué o algo así; pasado el mediodía me llama Josué y pregunta por ti, me extrañó y le dije que pensé que estabas con él, colgó nada convencido; y en la tarde vino supongo a asegurarse que no estabas aquí. Supuse que se habían enojado, obvio el no mencionó nada y se fue sin decir mas- veía a lo lejos y de repente posó de nuevo sus ojos serios en mi, en silencio.
-¿Estás bien?.-
-No- contesté secamente.
No era suficiente la insistencia de Ángel, me había cerrado en un caparazón protector y mi corazón no razonaba, el dolor causado anoche no cedía, además se había hecho tarde y tenía que irme, tenía sueño, estaba agotada física y mentalmente.
-Quédate- se ofreció amable.
-Gracias, no, quiero estar sola- le sonreí forzada y fui a lavarme la cara.
Me despedí con un abrazo y me subí a mi carro. Estaba caliente y oscuro, eso no me molesto, al contrario, sentía la piel fría, temperatura opuesta a la del interior de mi cabeza.
Manejé despacio y con precaución; di vuelta en la esquina de mi casa y de lejos reconocí el carro negro con los vidrios polarizados.
Mi corazón bombeó la sangre con tal rapidez que me sentí mareada, humedecí mis labios y me estacioné totalmente nerviosa.
Vi su silueta recargada en su carro; seguía ahí, inmóvil, serio, con la mirada fija.
Me bajé del carro sin levantar la cara, cerré la puerta y me paré a escasos pasos de él.
Cruzamos miradas y el seguía guardando distancia sin pronunciar palabra alguna; volvió a fumar de su cigarro y luego lo apagó con el pie sin dejar de verme.
Nuestras miradas seguían encontradas, y por mi mente no pasaba ningún pensamiento, solo escuchaba el bom bom que mi corazón expresaba, ese palpitar que solo él podía provocar en mi.
Me extendió la mano y la dejo así, en espera de una conexión con mi piel, en espera de mí.
........
Gracias x leerme.
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Malos Entendidos
Teen FictionLas mujeres siempre nos enamoramos del chico malo, pero no solemos quedarnos con él... Novela registrada en safe creative código 1304124936009