Malos Entendidos

Agresividad -26-

La agresividad es una acción o reacción que implica provocación y ataque,  pero que si no se controla, daña a quienes le rodean y los destruye.

Pasaron los meses entre grabaciones, escuelas, tareas, prácticas, etc.

Al fin era el término de otro semestre; yo pasé a quinto con beca de excelencia, la cual obtienes con promedio general de 95 a 100 y Josué pasó a noveno semestre.

Todo en nuestra relación marchaba muy bien, siempre nos las ingeniábamos para vernos entre clases, ya que en veces me sorprendía cuando lo veía hacerme señas desde afuera de mis salones o cuando salía y ya estaba afuera esperándome con mis flores favoritas que son las que arrancaba de algún lado en su camino.

Las veces que no nos veíamos de día, pues eran comunes mis escapadas a media noche para vernos afuera de mi casa en su carro. Las pocas veces que peleábamos él siempre terminaba pidiéndome perdón, lo cual se me estaba volviendo adictivo en temas de reconciliaciones; amaba sus ojos suplicantes y su voz rasposa adolorida; con tal de verme de nuevo contenta me daba cariño de más y a mi me encantaba esa sensación de amor extra.

Era el primer fin de semana tras terminar otro semestre en la universidad, así que esa noche salimos todos mis amigos al antro donde tocaba Josué para festejar. Al entrar sentí la vibración del sonido en mi pecho, busqué a mi novio emocionada con la mirada y una gran sonrisa, me vió y me sonrió cantando, me quede ahí parada unos segundos haciendo lo que más me gustaba en el mundo y era verlo arriba en el escenario.

El antro estaba a reventar, así que nos sentamos en nuestra mesa ya reservada; revisé mi celular para ver si no tenía una llamada perdida de Ángel, tenía un compromiso pero ya no tardaba en llegar.

Sentí una mirada y voltee hacia mi izquierda y vi a un chavo viéndome, al cruzar nuestras miradas él me sonrió y yo le devolví la sonrisa sin intención alguna. Luego me quedé pensando si lo conocía, tal vez era amigo de Jos, como él conocía a todo el mundo y a cada paso que dábamos siempre se topaba a alguien y me los presentaba; entonces si era probable que él si se acordara de mi y yo no de él.

Di otro vistazo rápido y vi que continuaba con sus ojos puestos en mí. Seguía sin reconocerlo así que mejor traté de olvidar el asunto y disfruté de la voz de mi Jos, amaba verlo cantar, amaba escucharlo pero odiaba como las mujeres le tomaban fotos con sus celulares, ¿para qué las quieren? Igual era lo mas cerca que lo podrían tener, ¡en su celular!.

Había pasado un rato cuando "mi conocido" me hizo llegar una bebida, me sorprendió pero la rechacé y volví a mirarlo, le sonreí cortésmente y me negué.

Regresé mi mirada al escenario y vi nerviosa cómo Josué me estaba viendo, dudaba que se hubiera dado cuenta de lo que acababa de pasar, pero aun así me mortificaba tener que estar dándole explicaciones de algo que yo no tenía culpa.

Revisé mi celular y me di cuenta que tenía una llamada perdida de Ángel, me levanté y fui al baño para regresársela.

-¡Hola! ¿Ya vienes?-

-Hola chaparra, si ya llegué, solo deja encuentro estacionamiento y ahí te veo-.

Colgué y me sentí contenta de verlo, pues ya tenía unas semanas que no sabia mucho de él, salí del baño mientras guardaba de nuevo mi celular, y cuando levanté la mirada tenía a "mi conocido" delante de mí. Me asustó y sonreí sintiéndome un poco tonta, el de inmediato me devolvió la sonrisa.