Malos Entendidos

Miedo -53-

El miedo es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento desagradable, provocado por la percepción de un peligro presente, futuro o incluso pasado.

Si lo evitas en el ahora, en un futuro no tiene por qué estar presente.

 

-No, ven preciosa, no es nada, entra.

Lukas me miró y me sonrió a medias, esa sonrisa, esa sonrisa.

Lo conocía y sabía que sus labios curvados a la mitad y esa mirada tierna eran de lástima, siempre que mi novio hacía algo, Lukas terminaba por regañarlo y por mirarme de esa manera.

-¿Qué pasa Jos?

-Lukas, ya te ibas, ¿no?

Sonó un celular.

-Si. Si, ya me iba, más tarde te entrego el disco- tomó las llaves de su carro mientras Jos contestaba la llamada.

-Lukas, espera- lo seguí.

Lukas caminó despacio en espera de mí y lo acompañé mientras cruzaba el pasillo hacia las cocheras.

-¿Tendrás tiempo de hablar?

-Sé lo me quieres decir, perdóname, nunca debí. Perdóname bonita.

Lo miré a lo ojos y lo acaricié del brazo, realmente me mató la intención de alejarlo de mi. Yo lo quería mucho, pero no de la manera que él a mí.

-No vuelvo a incomodarte con mis sentimientos, yo jamás traicionaría mi amistad con Josué,  y al aparecer eso hago, discúlpame, estaba por hablarte y aclarártelo, pero surgió algo.

-¿Algo? Es lo que discutían tú y Jos.

-Si, no es nada, luego lo arreglo con él ¿me perdonas?

-Si, sabes que si.

-Odio que alguien te lastime, odio que te hagan llorar, pero más odio que te vean la cara.

-¿A qué te refieres?

-Preciosa- Jos se acercaba con ojos cautelosos.

-Me tengo que ir- se acercó y me abrazó. No se despidió con un beso ni nada, solo me apretó contra su cuello y sentí como su aliento caliente aspiraba mi aroma.

-¿Qué te dijo?

-Nada, ¿por qué Jos?- le respondí mientras miraba a Lukas arrancar su carro.

-Ven, tenemos que hablar.

Me tomó de la mano y entramos a su casa, me senté en el gran y cómodo sillón negro. Él hizo lo mismo y me miró a los ojos.