Desde el principio de los tiempos la Luna ha significado mucho más que un astro que nos cautiva con su brillo en las noches. ¿El poder de la luna? Soy un poco escéptica en algunos temas, aun así, cuando rellena esa oscuridad nocturna, no deja de cautivarme.
Te quiero
Llegó un mensaje el lunes a mitad de mi clase de las 7:00 am.
Yo también te quiero... y muchoRespondí colocando el celular sobre mis piernas; esa acción me recordó mis comportamientos cuando me encuentro nerviosa en mis clases: yo no suelo copiar en los exámenes, ni hacer ningún tipo de trampa para que me vaya mejor, prefiero pasar la noche sin dormir. Esto no es por ética ni por ser lo más legal posible, es porque mi expresión corporal me delata, si alguna persona intenta pasarme alguna respuesta, siento los ojos del profesor revoloteando a mi alrededor aunque no sea así, el nerviosismo solo logra que mi mirada se entrecruce y atropelle las falsas intenciones del docente hacia mí, además de un leve calor acompañado de sudor sobre las palmas de mis manos, acción que se interpone con mi pluma que juega a deslizarse de entre mis dedos; |y no se diga cuando hago uso de la calculadora, las marcas de mi sudor se revelan sobre sus teclas; otro pequeño detalle que me sucede es que me sonrojo, tanto que el ardor en las orejas me incomoda. Así que evito toda clase de distracción fuera de mi área de estudio, pero un mensaje de mi amor, aunque sienta la sangre ascender sobre mi rostro, siempre es bienvenido.
El miércoles, al dirigirme hacia la biblioteca y sacar copias de unos libros para realizar las introducciones de unas prácticas y ayudarme con sus conclusiones, vi a Lukas entrando a la biblioteca.
—¡Hola, bonita! ¿Cómo estás? —me abrazó y saludó con un beso.
—Hola, estoy muy bien ¿y tú? —me sorprendió un poco lo de bonita, me sentí extraña y decidí irme rápido—. Me tengo que ir, tengo mucho trabajo y hambre —tomé unos libros y me dirigí a unos estantes hacia mi derecha.
—Si, cuídate mucho —sonrió y volvió a abrazarme, yo solo sonreí un poco y me fui.
Comencé a sacar las copias de toda una torre de libros que llevaba, terminé, me senté, las grapé y subrayé la información que necesitaba, estaba concentrada acomodando ideas cuando alguien me tapó los ojos; sentí sus manos, reconocí su olor y mi corazón se volvió loco.
—¡Hola! —lo abracé colgándome de su cuello—, qué haces aquí, ¿cómo supiste dónde estaba? —me encontraba sorprendida y contenta.
—¡Hola, preciosa! un pajarito me dijo que tenías hambre, así que vengo en tu ayuda —dijo José sonriente—. ¿Ya terminaste? ¿Te puedo raptar?
—¡Claro! vámonos —acomodé las copias dentro de la mochila y salimos de la biblioteca.Vi como unas muchachas que estaban sentadas a la salida veían a mi Jos de pies a cabeza y una le sonrió. Yo la derretí con mi mirada y comprendí que tenía que acostumbrarme, era el precio por salir con alguien como José, demasiado guapo y llamativo.
Comimos y hablamos de una fiesta con Lukas el viernes, me arrepentí de haber pensado mal de su amigo, solo era amable conmigo.
—Claro, pero salgo tarde y tengo que llegar a mi casa a arreglarme y...
—¿Arreglarte? ¡Pero si así te vez siempre bonita! —me besó la mano y nos despedimos al poco rato. Ambos teníamos clases.
Los siguientes días no lo vi hasta que llegó el viernes, solo nos comunicábamos por teléfono y por mensajes; salí de clases casi a las 9:00 pm y manejé lo más rápido posible para llegar a arreglarme. Entré corriendo a mi cuarto y mientras terminaba escuché voces en la sala que no eran precisamente de mis hermanas.
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Malos Entendidos
Teen FictionLas mujeres siempre nos enamoramos del chico malo, pero no solemos quedarnos con él... Novela registrada en safe creative código 1304124936009