Fotografía -79-

4.3K 178 49
                                        

Alguna vez leí que en las fotografías se quedan impresas algo más que las imágenes; que las cámaras capturan el alma de las personas, animales y hasta de objetos. ¿No me crees? Revisa alguna de las tuyas y verás qué sientes al hacerlo.

 

 

El regreso, al igual que la ida, fue silenciosa. Acordamos que me iría ese mismo fin de semana, por lo que le dije a Ángel que me dejara en mi casa para comenzar a empacar.

-Chaparra, al rato vengo por ti para ir a comer.

-No tengo hambre.

-Igual vendré y vamos para que me veas comer.

Sonreí solo un poco con mis labios.

-¿Recuerdas que éstos serán los últimos días que nos veamos?

Asentí. Se fue y entré directo a mi cuarto para acomodar mi ropa en maletas.

No sé cuánto tiempo pasó, solo el leve golpeteo en mi puerta me trajo de vuelta a la realidad.

Ángel.

-¡Está abierto, pasa!

Mi corazón se expandió a lo doble.

-¿Qué haces aquí?

Lo vi y en un segundo imaginé que lo abrazaba, dejándolo todo atrás, pero regresó a mi mente Ángela. Y cuando menos me di cuenta ya estaba llorando. Jos se acercó y me presionó contra su cuello, como antes. Yo no sentí ese calor, al contrario, sus brazos me picaban, su olor quemaba mi nariz y su aliento dolía en mi piel.

Lo empujé.

-Perdóname preciosa, yo… solo quiero recuperarte –vió mi cama- ¿haces maletas? ¿Tan pronto? No te vayas, mírame.

-¿Mirarte? -me senté al borde de mi colchón y sin verlo continué- mirarte era mi cosa favorita, yo amaba hacerlo todo el tiempo, pero ¿ahora? No soporto siquiera tenerte cerca, ¿me entiendes?

-Intento hacerlo.

Se hincó frente a mí, tomándome de mis piernas con sus manos. Ese contacto logró que cerrara mis ojos instintivamente. Luego los abrí y vi a mi Jos, el de antes.

-Te amo preciosa, yo aún te amo. Si me lo pides me voy contigo, lo dejo todo por seguirte.

-¡No!

-¿Por qué?

¿Por qué? ¿Era broma?

-Voy acompañada.

-¿Por quién?

Frunció el ceño esperando y yo bajé la mirada.

Malos EntendidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora