Las casualidades no existen, hay ocasiones en las que tenemos la felicidad al alcance de nuestras manos, y aún así…, dudamos.
El día al fin concluía y lo único en lo pensaba era en dormir. Al llegar a mi departamento vi el coche de Alan estacionado fuera.
-Alan, ¿qué haces? –pregunté mientras sacaba las llaves de mi bolsa.
-¡Ah! Buenas noches Tania, solo venía a invitarte a cenar.
-Pero… ya te ibas.
-No. ¿Por qué lo dices?
-Me estabas dejando un recado.
-¿Éste? Mmm… sí, solo te escribí diciéndote que regresaba un poco más tarde.
-La verdad Alan, estoy cansada, ¿podemos cenar otro día?
-Claro, si. Te veo mañana en el laboratorio.
Le mentí. No deseaba verlo. Solo quería entrar a descansar. Sí, dormir para volar hacia mi Jos, lejos de aquí, cerca de él. Me recosté en mi cama y prendí mi laptop, descargué el día y sus alucinaciones en mi blog. Luego le marqué a Ángel. Su voz reconfortante suavizó mi mente que continuaba agitada. Mi amigo continuaba viajando. Conociendo, nutriendo su alma con nuevas personas. Algunas veces lo envidiaba, quisiera ser libre como él. Volar alto, tanto, que el descender solo abriría aún más mis alas. Al día siguiente al salir de mi departamento mi casera se acercó.
-Buenos días Tania. ¿Cómo está?
-Hola, buenos días señora, muy bien.
-¿Encontró el recado que le dejó el joven?
-¿Ayer?
-Si, aquí estuvo esperándola.
-¡Oh si! Gracias.
Ella ha visto cientos de veces a Alan por ahí. No comprendí el por qué ahora le había llamado la atención. Ignoré el detalle y me fui a clases.
***^***
Los siguientes meses estuvieron cargados en trabajo, tareas, prácticas y una obsesión mía: buscar a mi Jos en sus redes sociales. Veía a detalle las fotos que subía con mujeres; memorizaba las frases que escribía intentando relacionar alguna conmigo. Rastreando palabras que tal vez, me digan que aún siente algo por mí. Cómo saberlo. Me faltaban unos meses para terminar mi maestría. Había ocasiones en las que imaginaba cómo pudo ser mi vida paralela. Si aquella mañana no hubiera encontrado juntos a mi Jos y a Ángela, el año de grabación y promoción se habría terminado ya. En este momento estaría viendo las opciones para ver dónde estudiar mi maestría. Pero eso no es lo importante, lo que seguía doliendo es la opción que dejé a un lado: elegir entre estos estudios que no me hacen feliz o haber apoyado a mi Jos y continuar mi maestría unos meses después.
El hubiera no existe. Nunca sabré lo que es despertar a su lado. Y por el momento con nadie. Alan continuaba insistiendo, pero mis sentimientos continuaban sin ser libres. Si los soltaba para sanar, una parte de mí moría. No estaba lista para olvidarlo aún.
Ahora comprendo a las personas –que como yo- escuchan una y otra vez la canción que les duele, esa que los hace llorar trayendo los recuerdos al presente. Masoquista. Cantaba las canciones que eran mías y que aún saben a mí. Había ocasiones en las que dejaba mi laptop en mi cama mientras yo me bañaba con la puerta abierta, solo para escucharlo desde lejos.

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Malos Entendidos
Fiksi RemajaLas mujeres siempre nos enamoramos del chico malo, pero no solemos quedarnos con él... Novela registrada en safe creative código 1304124936009