Polos iguales se repelen y polos diferentes se atraen.
Unos centímetros de distancia, un solo gesto mío, un orgullo doblegado, eso, solo eso se necesitaba para regresar a él.
Mi mente estaba en blanco, así que mi corazón fue el que actuó, di unos pasos hacia adelante y tomé su mano despacio pero sin dudar un segundo. El la tomó y vi como se curvaron un poco sus labios, me estiró hacia el rápidamente y me hundió en su pecho con un abrazo largo, apretado, sofocante; sentí su calor recorrer cada célula de mi piel; una de sus manos estaba en mi cintura y la otra detrás de mi cabeza, sentí sus dedos, la temperatura de su aliento y sus labios rozar mi cabello una y otra vez mientras lo acariciaba. Mis sentimientos desmoronados quedaron sumidos con el intenso amor que sentía. Disfruté cada segundo en ese aprisionamiento, aspiré cada molécula de su inigualable aroma. Todo mal razonamiento mío quedo detrás de ese abrazo.
No tengo idea cuanto tiempo pasó, pero mi burbuja se interrumpió.
-No puedo creer lo que me dijiste, más bien no quiero creerlo,- volvió a quedar en silencio unos segundos, su voz era lenta, suave, dolida, lo sé porque suele arrastrar un poco las palabras; él me seguía sosteniendo con sus brazos y yo pegué mi mejilla a su rostro para escucharlo mas cerca de mi, yo no respondí absolutamente nada, pues sabia perfectamente a que se refería.
-Toda la noche y hoy todo el día estuve dándole vueltas en mi cabeza, qué fue lo que pasó; sé que no fue la noche perfecta que hubo malos entendidos, pero no era para que terminara así,- volvió a besarme el cabello y luego regresó su rostro de vuelta a mi mejilla, -perdóname cualquier p#$%&da mía, que te halla hecho sentir mal, perdóname preciosa; ¿pero por qué te fuiste? ¿Sientes que lo nuestro no vale la pena como para darme el tiempo suficiente de hablar los problemas contigo? ¿Huyes de lo que no quieres sentir o de lo que tienes miedo de estar sintiendo? Sé que me amas, pero si estas dudando de tus sentimientos entonces soy yo, hay algo que no estoy haciendo bien.-
Me liberó de sus brazos pero no de la presión de su cuerpo; levantó mi rostro a la altura de sus ojos, lo tenía a escasos milímetros de mi boca, quería besarlo, moría por besarlo, pero primero tenía que escuchar lo que tenia que decirme.
Yo seguía sin decir una sola palabra, el prosiguió hablándome muy cerca de mi boca.
-Una sola palabra tuya, una sola señal, una sola esperanza necesito para calmar lo que me quema por dentro,- puso mi mano extendida en su pecho, -sé que vale la pena luchar por ti, por nuestro amor...-
No pude mas, sus ojos, la forma en que me miraba, solo desaparecí la mínima distancia entre nosotros y lo besé, un beso apasionado desde el principio, no pensaba, no escuchaba, solo sentía, sentía su boca tibia, su saliva envolviendo mi lengua, su respiración cerca. Me separé un poco de su boca, solo lo necesario;
-te mentí, perdóname..., yo...-
-¿si me amas?- sonreía con los labios,
-si, claro que te amo, ¿cómo podría no hacerlo?, solo quería que me dejaras pasar a mi casa, que no me secuestraras en tu carro- me burlé, -no, la verdad, solo quería alejarte de mi, sin preguntas.- sentí de nuevo la punzada de dolor en mi pecho y desvié la mirada involuntariamente hacia abajo.
-No, no haber, explícame, palabra por palabra- con sus dedos suavecito me levantó de nuevo mi rostro hasta quedar en paralelo con el suyo.
-Te hice quedar mal con tus amigos...- puso cara de incredulidad y negó con la cabeza a punto de interrumpirme, -no, deja termino- lo amenacé y asintió callado.
Le expliqué despacio como sentí las humillaciones de sus amigos, cómo las burlas me dolían, como me sentí menos cuando no tenia la suficiente información como para agregar a sus temas; él seguía serio, milagrosamente me dejó hablar hasta el final sin interrupciones; también recalqué el exceso de confianza de Ángela con él.
Terminé además, pidiéndole disculpas por lo que había comentado en el carro.
-Sé que no me ibas a obligar, claro que te conozco, no lo vuelvas a dudar; hice el comentario sin intención, perdóname, no debí.- Mi justificación no tenia más palabras.
-Lo de Ángela tienes toda la razón, ya te había prometido hablar con ella y no lo hice, pero lo haré; lo de mis amigas, las conozco desde chiquitas, sus palabras groseras, sus miradas de reojo, sus risas burlonas no son personales, no te lo tomes así, así son hasta con ellas mismas, solo son personas vacías.-
-No estoy a su altura-
-¿cómo? ¡a su qué! preciosa, preciosa, ellas son las que no están a tu altura, les falta toda una vida de nobleza, amistades sinceras, nunca te compares con nadie Tania, con nadie y menos con ese tipo de mujeres huecas de alma y mente; yo estoy totalmente acostumbrado a ese tipo de mujeres, pero tu no, tienes toda la razón, ahora entiendo, perdóname, no me daba cuenta que sus comentarios te herían, lo que sentí al final fue que estabas incómoda por eso terminé con su pequeña discusión floral...-
-llevándote las flores tú- terminé la frase,
-si, creo que tampoco debí, solo quería irme para aclarar las cosas contigo; aunque al final no fue como pensaba-, sonrió,
-somos muy diferentes, ¿lo sabias?-
-si, tu organizas mi vida, nunca me había ajustado a tantos horarios fijos, ¡pero funcionan! eres demasiado organizada y puntual, eres introvertida, inteligente, detallista y algo antisocial- seguía sonriente,
-y tu eres desorganizado, celoso, impulsivo y la persona mas impuntual del mundo; pero me gustas porque eres extrovertido y muy sociable, aunque en veces creo que demasiado- le recriminé. -Ahora que saco a relucir el tema, ¿por qué eres tan celoso? ¿Esas escenas me esperan siempre que hable con un hombre?, los celos son inseguridad, y no entiendo por qué eres tan inseguro, ¡mírate! estas guapísimo, yo soy la que tiene que estar celosa de todas las mujeres que se te acercan. Tus celos se están volviendo un problema.-
No contestó nada, solo cambio el tema y yo lo dejé, supongo que ese tema lo tocaría ya en otra ocasión.
-Supongo que ya no estuviéramos juntos si fueras igual que yo, ¿verdad?, que aburrido, pero tenemos algo en común- seguíamos abrazados mientras el tiempo hacia de las suyas, tenia que irse al antro a tocar.
- ¿Ah si? ¿Qué?- contesté ignorando la rapidez con que puede avanzar un reloj cuando te hace falta tiempo.
-Nuestro amor, y las películas de terror-.
........
Gracias x leerme.
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Malos Entendidos
Teen FictionLas mujeres siempre nos enamoramos del chico malo, pero no solemos quedarnos con él... Novela registrada en safe creative código 1304124936009