La primera vez -28-

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Siempre te encuentras con una primera vez para todo; solo que algunas veces estas situaciones no son tan buenas y deseamos no vivirlas; pero se presentan y están ahí, sin que podamos evitarlo.

 Ir con Lukas en el carro, era como ir con mi mamá, solo por la forma de manejar; sin acelerar, ni rebasar carros, sin pasarse el semáforo en ámbar.

 -Gracias- dije en cuanto tuve oportunidad.

-Sólo lo hice porque tú me lo pediste- sonrió, -¿y que habrías hecho si no hubiera estado yo ahí?-

-Le hubiera marcado a Ángel- contesté sin ganas. -O me hubiera ido caminando; perdóname, ya te metí en problemas con Josué-

-¿Qué? no, él es así, impulsivo, enojón, peleonero, sé que es la primera vez que te tocó verlo en un pleito, pero yo llevo toda la vida en esto- rió divertido.

-Además se le pasa el coraje muy rápido, nunca dura enojado con nadie, el día que eso pase, entonces es que algo muy grave le hiciste- hubo silencio y luego agregó,

-desde que empezaste a salir con él, cambió mucho, para bien, ya es mucho mas tranquilo; yo entiendo lo que pasó ayer, solo te defendió, a su manera claro; y también te entiendo a ti ahora, él no suele ser nada discreto...- al decir esto último, cerró los ojos instintivamente y apretó los labios.

 Yo quedé en blanco.

 -¿O sea qué no es la primera vez?- miré al vacío sin mas palabras y con mi corazón a punto de caer.

-¡No! bonita, no, no es lo que quería decir.-

 Estábamos por llegar a mi casa y vi de lejos su carro, no podía creerlo,  -¿cómo?- pensé mientras me bajaba del carro y me acercaba a Josué.

 -Esta vez me sorprendiste- dije sin pensarlo.

-Sorpréndete cuando te vayas y no intente seguirte, esa vez comienza a preocuparte- dijo Jos mirando serio.

-Si necesitas algo me llamas- se despidió a lo lejos Lukas mientras se subía al carro.

-No necesita nada, después hablamos tú y yo- amenazo Josúe con un movimiento de cabeza y Lukas solo le sonrió burlándose.

 -No quiero hablar contigo- interrumpí y me fui, pero se paró frente a mi tapándome el paso.

-Me vas a escuchar cinco minutos y luego te juro que me voy y dejo de molestarte; no es lo que piensas-

-¿!Ah no!? Déjame pasar y regresa con tu golfa, ¡ah! y perdón por interrumpir tu despedida- traté de rodearlo para irme pero de nuevo me detuvo.

 -¡No! escúchame ¿Por qué nunca escuchas? ¿Por qué siempre te vas? sé que piensas que nuestra relación no vale la pena, como quieras Tania- se intentó ir pero ahora lo detuve yo; nos miramos unos segundos.

 -No es lo que piensas, Ángela sólo fue a despedirse y encargarme su casa como todas las veces que se va de vacaciones; como estaba en la guarida no escuché que me llamaba por teléfono y el celular lo dejé adentro; así que entró a la guarida a buscarme, se despidió, la acompañé y ya se iba caminando por el pasillo y por cortesía la deja pasar primero y ella al pasar enseguida de mi me tocó la mano, no veníamos tomados de la manos, ni nada, para mala suerte mía tu llegaste en ese momento y lo malinterpretaste todo.-

 -A ver espérame- interrumpí porque primero siempre trato de escuchar completa las versiones y luego las analizo en cuestión de segundos.

 -¿Ella entró a la guarida a buscarte?-

-Si, llevo todo el día allí...-

-¿Y ella como entró?- lo cuestioné antes que terminara la frase y el no contestó.

 -¿Sabe lo del candado? ¿No que sólo sabíamos tú y yo?-se sorprendió y solo entreabrió los labios queriendo decir algo, pero no lo hizo.

 -¿Me estas engañando con ella?- pronuncié arrastrando las palabras con tristeza.

-¡No!-

-Si, por eso Lukas me dijo que no eras nada discreto-

-Ese ca#$%on!-

-Sólo contéstame una cosa, ¿qué te murmuró antes de subirnos al carro?-

 Mojó un poco su labio inferior, en señal de sentirse acorralado y luego contestó.

 -Que cómo era w#$ey-

-¿A que se refería con que no eres discreto?- No contestó pronto, calló un momento eterno para mí.

 -Tu sabes que hablé con Ángela para distanciarla de mi; una vez llegó llorando y yo iba entrando, se fijó como abrí el candado y entramos a la guarida; tuvo unos problemas con sus papás así que solo la escuché y cuando la abracé para consolarla llego Lukas y nos vio, se enojó porque pensó que te engañaba, se lo aclaré porque me cuestionó, supongo que no me creyó muy bien-

-¿Y porque nunca me contaste?-

-Lo que pase con Ángela es asunto de ella, no puedo andar contando su vida y sus problemas con los demás- le creí porque el era una persona muy confiable.

-¿Me crees?-.

¿Cómo no creerle? lo conocía tan bien, sus expresiones, su forma de hablar, pues un solo movimiento lo delata; sé que me decía la verdad.

 -Si- contesté, él asintió con la cabeza y luego simplemente se fue.

 Yo me quedé ahí parada sorprendida.

 -¿A dónde vas?- le dije.

-No lo sé, a mi casa-

-Tenemos que hablar sobre anoche.-

 Cambio la mirada, se molestó.

 -No, me tengo que ir- contestó secamente.

 -¿No? ¿!Cómo!?- mi corazón dejó de latir.

 -No quiero hablar de eso, en verdad que solo vine porque tenía que explicarte lo de Ángela- se dio media vuelta listo para irse.

 -¿Y anoche?- le dije y el se volteó con las cejas juntas y le volví a preguntar, - ¿no me vas a explicar lo de anoche?-

-Explicarte, ¿explicarte qué Tania? Porque no entiendo- se regresó hacia mí mientras retumbaba "Tania" en mi pecho.

 -¿Por qué no me contestabas el teléfono?-

-Porque no quería hablar contigo- dijo sin temor a lastimarme.

 En menos de 24 horas hubo muchos primeros, y éste era sólo otro.

 Era la primera vez que pronunciaba tantas veces mi nombre, que mi corazón aun no se acostumbraba a su sonido; era la primera vez que no quería hablar conmigo; era la primera vez que no resolvíamos nuestros problemas el mismo día; era la primera vez que se iba de mi.

Se alejó de nuevo y no lo iba a permitir, no lo iba dejar irse.

 -No- lo tomé del brazo, - espérame, explícame, habla conmigo porque no entiendo, por favor- supliqué.

 -En la noche hablamos, si no pues en la semana te llamo- me respondió secamente.

 -¿Cómo? ¡No!- en mis planes no estaba dejarlo ir, lo amaba, - por favor-, supliqué y limpió mis lágrimas sin abrazarme ni nada, nos quedamos viendo y sentí por primera vez la frustración que él sentía cada vez que yo me iba y lo dejaba ahí parado.

 ........

 Gracias x leerme.

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Malos EntendidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora