La adrenalina es producida por las glándulas suprarrenales y cuando se segrega dilata los conductos del aire, contrae los vasos sanguíneos, aumenta el ritmo cardíaco y nos da "energía extra”, como un pequeño "turbo". Por ejemplo huir o… golpear a alguien, la liberación de esta hormona provoca una forma de reaccionar rápida y sin pensar.
-Muéstramelas, ¿a eso vino Lukas hasta acá? ¿Por unas fotos? Muéstramelas.
No se movió.
Abrí las redes sociales en mi celular y vi muchas etiquetadas con mi Jos. Él seguía sin moverse mientras yo revisaba cada una de ellas, todas con Ángela abrazada a él, besándolo, no en la boca, pero si muy cerca.
Lo fulminé con la mirada y por primera vez no me fui, no, me quedé y lo enfrenté.
-¿Hay algo más que quieras decirme?
-No.
-Quiero la verdad.
-No, yo solo tomé de mas y eso es de lo poco que recuerdo, lo que vez ahí.
-¿Lo que tú recuerdas? Supongo que tus amigos vinieron a mejorar tu memoria ¿verdad?
¿Qué hacía? ¿Odiarlo? ¿Aventarle mi celular? Perdonarlo ¿perdonarlo? Pero no había disculpas de su lado.
-¡Di algo, defiéndete Josué! Hay algo más que no me quieres decir, ¿cierto?
-No.
-Mentira, te conozco.
Se acercó y tomó mi cara entre sus manos.
-No, no me mires así con odio, me matas, en verdad me duele. Una vez te mencioné que te amaba tanto, que no importaba lo que dijeran o hicieran los demás.
-¿Qué hiciste Jos?
-Nada preciosa te lo juro. Si me acuerdo de anoche, al menos lo necesario.
Lo miré decepcionada de palabras aun no dichas, nerviosa de alguna confesión no hecha.
-Dime.
-Yo no llevé mi carro, al terminar la fiesta Ángela se ofreció a traerme, Lukas protestó diciendo que él me traía a casa, recuerdo que a final de cuentas me subí al carro de ella. Llegamos y entré, dejé la puerta abierta para que Lukas me dejara los instrumentos aquí, luego ella de pronto entró…
Me solté de sus manos y bajé la cara.
-Te acostaste con ella- cerré mis ojos y los apreté fuerte, no voy a llorar.
-No preciosa, no, ella trató de seducirme, se quitó el vestido pero yo la rechacé, levanté el vestido del suelo y se lo di, de nuevo intentó acercarse y la sostuve con fuerza para que saliera de mi casa, ella se molestó y en eso entraron Lukas y Gael, la vieron semidesnuda, Gael se disculpó y salió de nuevo, Lukas, bueno ya sabes cómo es él, no se movió de la puerta hasta que Ángela se vistió y se fue. Ellos piensan que algo pasó entre nosotros, pero no me importa, a mi me interesa lo que pienses tú.
No contesté, mi cabeza giraba y traté de controlar mi respiración.
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Malos Entendidos
Novela JuvenilLas mujeres siempre nos enamoramos del chico malo, pero no solemos quedarnos con él... Novela registrada en safe creative código 1304124936009