La mentira es un fantasma que nunca te dejará en paz y en ciertos casos, guardar silencio es igual a mentir.
Me quedé llorando en el carro, estaba conciente de la cercanía con mi profe afro. Analicé la pregunta sobre si mi Jos hubiera llegado un poco mas tarde. Deseche las posibles opciones. No.
Me tranquilicé y llegué a la casa de Jos, tenía que hablar y aclarar que por mi mente nunca se cruzó la infidelidad.
Entré directo a la guarida y vi que hablaba por celular, abrí la puerta y me miró. Luego me dio la espalda y continuó con la llamada. Mi pecho presionó mi corazón y comencé a llorar de nuevo. Cerré la puerta despacio y caminé hacia la salida.
-Espera Tania.
Me detuve y limpié mis lágrimas, rodeó mi cuerpo y se puso delante de mí, sin acercarse demasiado. Su seriedad no era buena señal.
-Tengo que salir urgente, después hablamos-
Asentí y salí de ahí.
Llegué a mi casa encerrándome, me metí al baño, abrí la llave del agua fría y me di un largo baño. Me puse solo una blusa traslúcida y mi tanguita. Me cepillé el cabello y lo dientes. Iba a forzar a mi cuerpo a dormir.
Al salir estaba Jos en mi cama, me vió de arriba abajo sin moverse.
-Perdóname, tenía que salir rápido. La mamá de Ángela falleció.
Me quedé petrificada con esas palabras, me acerqué y lo abracé.
Él me correspondió apretándome fuerte, sus brazos recorrieron toda mi espalda húmeda por mi cabello.
-Lo siento.
-Me habló mi mamá, está inconsolable, ellas eran muy buenas amigas. Tenía cáncer terminal y yo no lo sabía. Falleció hace unas horas.
No era mi intención ignorarte, perdón. Solo que son pocas las veces que he escuchado a mi mamá llorar de esa manera.
Lo senté en mi cama y lo acaricié del cabello.
-Perdóname tú a mí. Jos yo… no es lo pensaste, te lo juro amor solo…
Ssshhhhh. Musitó cerca de mis labios.
Un beso no me dejó continuar.
-Te creo, solo que estaba loco, llevaba mucho hablándote y sé tus horarios. Luego vi tu carro en el estacionamiento y me urgía encontrarte para que me acompañaras al hospital, no quería dejar sola a mi mamá, pero también a ella le fallé. No alcancé a llegar a tiempo.
-Oh, Jos, perdón, en parte fue mi culpa, pero ¿por qué reaccionaste de esa manera? Tu agresividad, tus celos…
-Entiéndeme traía la cabeza en otro lado, el llanto de mi mamá, la urgencia por llegar hasta ella y esa tensión no ayudo mucho. Mañana me disculpo con tu profe.
-Gracias Jos.
-Me voy preciosa, voy a la casa de mis papás, porque si me quedo otro momento no respondo- me sonrió y me besó encima de mi blusa.
Ángela.
No la odiaba, no suelo guardar rencores en mi, pero… de nuevo ella en la voz de mi Jos.
Me recosté de lado abrazando mi almohada y analizando lo que había pasado el día de hoy. La pelea, los celos que parecen nunca terminar; luego el sentimiento de culpa me invadió por la mentira de la beca.
¿Hasta cuando sería lo suficientemente valiente para decírselo?
Volví a recordar cuando me dijo que él me seguía si iba a Querétaro.
¿Cómo podría alejarlo de su música? Simplemente nunca lo haría.
Alan.
¿Cómo verlo y hablarle mañana, cómo si nada hubiera pasado?
Solo esperaba que las disculpas de mi novio fueran suficientes para que nuestra amistad secreta no se me fuera por la borda. Lo apreciaba, en verdad me gustaba hablar con él y nuestros temas siempre eran de interés. Además…
¿Hay un además?
No, no debe de haberlo.
*****
Gracias x continuar la historia!
Tus comentarios, siempre son bien recibidos y anexados a los capítulos siguientes!
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Malos Entendidos
Teen FictionLas mujeres siempre nos enamoramos del chico malo, pero no solemos quedarnos con él... Novela registrada en safe creative código 1304124936009