Malos Entendidos

El final... o el comienzo -46-

Cada historia tiene un final, pero en la vida cada final significa un nuevo comienzo.

 

Las amenazas de la golfa de Ángela parecían desvanecerse al igual que sus palabras humillantes y sus prontos deseos de acosar a mi Jos.

El inicio del nuevo semestre fue un gran remolino de actividades. Entre las cuales llegó la confesión a mi guapo novio sobre la decisión de comenzar mi tesis con mi profe afro.

-¿Y no encontraste a otro asesor para tu tesis?

-No hay muchas opciones, en verdad.

-No te creo.

-Bueno, si las hay pero son pocas las que se orientan a mi gusto.

Suspiró derrotado. No le quedaba más que aceptar, porque él sabe que tomo en cuenta sus opiniones, pero no al grado de sentirme obligada a obedecerlo.

Ese comienzo hasta el término del otro semestre estuvieron plagados de festejos continuos debidos al éxito del nuevo CD digital, el cual continuaba vendiéndose muy bien por Internet.

El resultado de todo era menos tiempo al lado de mi Jos, más escapadas nocturnas, infiltraciones rápidas a escondidas a mi cuarto, tareas, trabajos, prácticas, servicio social, tesis, tesis, habíamos dejado a un lado la relación alumna-maestro para comenzar con una buena y futura sólida amistad.

Mi novio por su lado, ignoraba cómo de pronto el compañerismo surgía entre nosotros. Era mejor mantenerlo a raya de mi nuevo amigo.

Mi Jos estaba por terminar una gira que habían realizado con otro grupo y yo ocupaba mí tiempo sumergida en mi escuela y en mantener calificaciones con el fin de aplicar para becas.

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A un semestre de terminar mi carrera, todo de pronto comenzó a cambiar.

Mi mundo perfecto, rosado con olor a flores y mariposas llegaba a su fin.

Qué cruel puede ser en veces la vida, o tal vez son las personas y sus acciones las que deciden por ti.

O tú por ellas.