Tenemos la elección de creer o no creer en nosotros, de seguir un sueño o sucumbir a una pesadilla, de caminar con la frente en alto o andar en dolor, de permanecer estancados o ... brillar.
Las semanas avanzaron, al igual que mi deseo secreto de irme a Querétaro en un futuro, al igual que mis clases, al igual que mi amistad con mi interesante profe afro, al igual que lo celos de mi Jos si yo lo llegaba a sacar al tema.
El grupo que venía a México confirmó el concierto. Por lo que mi jos brillaba de la emoción.
Llegó el día.
Mis nervios eran más grandes que los de mi novio. Yo no quería estar arriba a un lado del escenario; yo deseaba verlo como cualquier fan, sentir los gritos, el calor, los aplausos tan cerca de mi, oler y corear sus canciones, moría por verlo buscarme con la mirada, sonreírme con ella, como dos cómplices que saben a qué se refieren.
Las luces se apagaron y se escuchó el bajo, comenzaron de golpe y eso prendió los sentidos de la multitud, y ahí lo vi, por primera vez en la gran tarima de un estadio, emocionado, brincando, cantando, tocando y buscándome con la mirada.
El ruido, el bajo, los gritos, las luces, las ronques de mi Jos, con mi celular le tomé una foto, no video, ni nada más, solo quería verlo y escucharlo.
Tocó dos canciones del material anterior, dos nuevas y la mía, la última, y ahí estaba su mirada encontrada con la mía.
Me di cuenta que a pesar de la multitud, de su ruido y de su música, esa letra era solo para mí.
Seguía siendo mía, aún cuando muchas la coreaban, él y mi canción me pertenecían.
........
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Malos Entendidos
Teen FictionLas mujeres siempre nos enamoramos del chico malo, pero no solemos quedarnos con él... Novela registrada en safe creative código 1304124936009