Son reales

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El sonido de la puerta abriéndose se hizo presente cuando entramos a McDonald's.Ya casi no había nadie ya que era de madrugada y justo estaban por cerrar,sólo estábamos América,Cameron,Hayes,dos empleados y yo.Uno de ellos limpiaba la barra y el otro trapeaba el piso.

Los empleados nos miraron extrañados pero en seguida volvieron a lo que estaban haciendo.Tal vez,nos miraron extrañados porque era casi de madrugada y éramos los únicos clientes,o porque estábamos en pijama.Sonreí divertida,siempre me pasan este tipo de cosas.

—Tengo hambre.—dijo Amé con un puchero en el rostro.

—Ahora mismo voy por las hamburguesas.

Cameron,trotó hacia el mostrador para ordenar lo más pronto posible para que América comiera ya.América sonrío satisfecha y se sentó en una mesa cerca de la puerta.

Sonreí mirándolos.Estos chicos no pueden ser más tiernos. ¡América ya dale el sí!

Tocaron mi hombro y volteé,encontrándome con Hayes mirándome con el ceño fruncido y con un leve puchero en el rostro.

—¿Qué?—dije divertida.

—¿Por qué tú no vas por mi comida así como Cameron fue por la de Amé?—se cruzó de brazos y vi como trató de aguantar la risa.

Solté una risita por su comportamiento de niño pequeño.

—Está bien,ahora mismo voy por tu comida,mi pincipe.—dije sarcástica,yo esperaba que él fuera por mi comida pero ya veo que no.

—Gracias.—sonrió y me besó la mejilla.

No,esperen...¿qué?

Lo miré confundida pero al final sí fui por la comida así que caminé hasta llegar al lado de Cameron.

—¿Ya pediste la comida?—pregunté.

—Sí,el chico dijo que en unos minutos nos daban nuestro pedido.

Y dicho esto el chico que trabajaba ahí llegó con nuestra orden en mano.

Pagamos y agradecimos al chico por tomar nuestra orden,y regresamos con América y Hayes.

—Listo.—canturreó Cameron,dejando la bolsa con comida en frente de América.

América la abrió sin delicadeza alguna y comenzó a comer como si no hubiera comido desde hace días.Cameron la miraba con adoración,como si tuviera a un mismísimo ángel delante de él.

Sigo diciéndolo...¡América ya dale el sí!

Hayes y yo nos miramos con cara de "Oww estos dos"

—Ya deberían de ser novios.—me susurró Hayes y reí,estando de acuerdo con lo que dijo.

Mi teléfono comenzó a sonar y vi el identificador.

—Es Mahogany.—dije con el ceño fruncido.

América me miró aún comiendo y con sus mejillas infladas por la comida,y Cameron...bueno él seguía mirando a América con la misma cara de adoración que antes.

Cuando ya no este ; Hayes GrierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora