Quiero ser yo

123 3 1
                                    

Ayleen

—Shawn nos llamó y nos dijo donde estaban,así que vinimos lo más pronto posible.—dijo Aaron encima de la Jeep bailando alegremente.

Me aparté de Hayes y lo miré divertida.

—¡Y ahora estamos aquí!—gritó Tyler con voz graciosa mientras que subía también a la Jeep y bailaba a la par de Aaron.

Sonreí a más no poder.Ellos están haciendo este tipo de cosas para subirme el ánimo.

Mejores amigos no pude escoger.

—Gracias,chicos—mordí mi labio inferior—.Y tú,gracias por hacer todo esto.—solté una risita,refiriéndome a Shawn.

Él sonrió de lado y se acercó a nosotros.

—Ya te dije que no es nada,todo por subirle el ánimo a mi...a mi amiga.—nunca quitó su media sonrisa ni tampoco dejó de esconder sus manos en sus bolsillos delanteros.

—Y quizás...puedas perdonar a alguien.—del auto de Cameron salió James con un oso gigante tapándole la cara.Lo hizo a un lado,destapándose la cara y mostrándome un rostro totalmente arrepentido.

Bufé y me crucé de brazos.

—Me dejaste...—mi voz se quebró un poco.

Maldita sea,ya había logrado olvidar lo que había pasado.

—Lo sé...—hizo una mueca—Y lo siento demasiado pero no podía detener a papá,hubiera hecho más escándalo y la gente se hubiera concentrado más en ti.

Bajé mis brazos.

Quizás no deba enojarme,al final,él hizo eso para ayudarme.

—Y te traje esto.—me extendió el peluche el cual sostenía tres pequeños botes de nutella y m&m's.

Fruncí el ceño y le arrebaté el oso de peluche.

—Está bien...

—¡Gra...!

—¡Pero aún estás aprueba!—lo interrumpí,mientras metía un m&m a mi boca.

—Eres una idiota.—rió dándome un empujón.Ya lo había perdonado y él lo sabe.

—Haremos hamburguesas,si quieren pueden irse a caminar un rato  mientras nosotros bajamos las cosas.

Asentí ante las palabras de Mahogany.Seguro que está ayudando a James.

Metí otro m&m a mi boca y sostuve a mi oso de peluche con la otra mano desocupada.

Caminamos un poco sólo para estar un poco alejados de los chicos y tener algo de "privacidad".

—Así que...¿todo bien?—pregunté.

Mi hermano soltó un gran suspiró antes de meterse otro m&m a la boca.

—Algo así,he estado en una batalla conmigo mismo por ser mal hermano y haber dejado que te fueras.

Reí por sus palabras.

—No fue tu culpa,James...y además,necesitaba estar un tiempo sola.—sonreí de lado.

—¿Y te sirvió de algo?

Suspiré.

24.-Dar más de mi límite de caridad...() listo.

—Sí...me di cuenta de muchas cosas—asentí—.¿Y tú? ¿Cómo lograste escaparte de la reunión?

—Es...una historia larga.

—Tenemos tiempo.

Me miró y asintió,dándose por rendido.

Cuando ya no este ; Hayes GrierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora