Recuerdos

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—De acuerdo.—sonrió y soltó una risita.

—¿Qué?—pregunté divertida.

—Nada,sólo me acordé de esa vez en la que fuiste a mi casa a hacer el proyecto de artes. ¿Te acuerdas? Tú te pusiste tan sonrojada cuando la maestra dijo que hicieras el proyecto conmigo.—rió.

—¡Es que...!—traté de defenderme—.Estaba muy nerviosa,Hayes.—protesté.

—Nerviosa por mí.—sonrió egocéntrico.

—¡Es que...!

—Siempre te guste,no debes de fingir.

Hayes La Diva Grier.

—Es imposible que los dos hombres de mi vida sean unos egocéntricos de primera,mucho más que yo.—bufé.

—¿Cuales dos hombres de tu vida?—dijo celoso,frunciendo el ceño.

—Tú y James.—reí divertida.

—¿Y nosotros qué?—reclamó Nash,metiéndose a nuestra conversación a la vez que recargaba su cabeza en mi hombro y me miraba sonriente.

—Es que si decía los doce hombres de mi vida me iba a escuchar como una zorra.—expliqué soltando una risa.

—Menos mal,recuerda nosotros siempre estaremos al lado de tu corazón.—hizo una señal rara señalando su pecho.

Reí divertida.

—Eso lo sé,siempre lo estarán—afirmé—.Y más ustedes que son mis dos hermanos favoritos.—hablé con voz como la de las madres a sus niños pequeños y estrujé a mi novio y a mi cuñado entre mis brazos.

—Nuestros genes son irresistibles.—confirmó Nash mirando a su hermano con una mueca de comprensión.

—Lo egocéntrico viene de familia,ahora lo entiendo.—negué con mi cabeza,divertida por el ego de ellos dos y los solté.

—¿Y de qué hablaban?—preguntó desinteresadamente mientras acomodaba su gorra y veía algo en su teléfono.

—De cuando fuimos compañeros de equipo...

—¡Ay sí! Fue esa vez que bajaste a abrirle la puerta con tu pijama de Dora La Exploradora, ¿no?—dijo emocionado al recordarlo,ignorando completamente la mala cara de Hayes hacia él.

—Aww sí—hice un puchero—. ¿Recuerdas lo sonrojado que te pusiste cuando te vi?—contraataqué por lo anterior.

Hayes me miró con los ojos entre cerrados y de un momento a otro ya estaba sobre mí haciéndome cosquillas.

—¡No,no! ¡Para!—dije entre carcajadas.

—Ugh,tanta miel me empalaga.Ya me voy.—se levantó y como toda una diva se sentó al lado de Cameron.

—Nash siempre ha sido el metido.—afirmó Hayes cuando lo vio marcharse.

Solté una carcajada y me senté mejor,tratando recuperarme de las cosquillas.

—Hey,no me cambies de tema.—le di un empujón.

—¿De qué tema?—se hizo el perdido.

—¡Del proyecto de Artes!—chillé divertida y le hinqué las costillas.

—Oh sí,ya lo recuerdo–asintió "recordando" lo del proyecto—.Ni siquiera sé por qué era tan necesario ir a la casa de tu compañero de equipo,me refiero a que, ¡sólo era conocernos! Según para armar armonía y compañerismo,pff sacamos un diez.—rió.

—Y vaya que conocimos uno del otro—reí—.Hasta supe que te caíste de la cerca de tres metros cuando pequeño.—dije divertida—.Ese tipo de cosas me conquistó.—puse una mano en mi pecho de forma dramática.

Cuando ya no este ; Hayes GrierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora