Una princesa imperfecta.

8. Confesiones y la palabra magia.

Gruñí de frustración y le di la espalda al enorme portón que resguarda un bosque prohibido, no podía creer lo perdida que me sentía, ¿donde estaba? ¿que carajos estaba haciendo con mi vida? Esas preguntas no dejaban de rondar en mi cabeza. Me deslice por los barrotes hasta caer sentada sobre el césped.

¿ cómo es que ahora estoy enredada en este embrollo? ¿un novio? ¿yo, una princesa? Cómo es que personas como Bridgit o mis hermanos no les resulta asfixiante este ambiente, es un verdadero enigma para mí.

Volteé a mi izquierda para ver que Adrián se estaba sentando a mi costado. Cuando quedó justo a mi altura, algo pasó, no estoy segura de qué, pero sentí cómo algo se conectaba, cómo algo inexplicable dentro de mí se conectó con él a través de su mirada.
Nuestras miradas se conectaron, sus ojos azules se conectaron con los míos, sus ojos eran cómo una ventana a lo que él estaba pensando y... y debo decir que no me gustó lo que vi, vi a una Sky amada por... un chico, y ese chico era él, Adrián, pero quise pensar que era una simple estupidez y cerré los ojos con fuerza, tratando de borrar de mi mente lo que vi.

Será mejor que te olvides de esa estúpida escenita, Sky

-¿quieres saber qué es lo que vi?- preguntó mirando al suelo.

Me giré rápidamente, me interesé mucho, por que si es lo mismo que yo miré en sus azulados ojos, quiere decir que no estoy loca.

Adrián volteó su rostro para verme.
-vi a una chica asustada, a una Sky con miedo rodeada de personas falsas- dijo mientras torcía la boca.

Yo sólo enarqué las cejas.
Yo asustada? De quién? De mis padres que me quieren obligar a estar con personas que no quiero? O a las personas falsas que sólo están esperando a que me equivoque para hacer de eso un escándalo, qué va, ¿cómo podría estar asustada?.

-no tienes idea- esboze una sonrisa débil.

-también sabes qué más vi?- preguntó con una sonrisa cálida.

-qué?- pregunté alzando los hombros.

-a ti y a mí...- respondió dejando la frase incompleta, se le nota que le está costando trabajo contestarla -juntos- completó.

Vaya sorpresa que me llevé, después de todo no estoy tan loca, él vio lo mismo que yo, es extraño y algo loco a la vez.

Otra vez ese estúpido calor excesivo en mis mejillas, ¿por qué me está pasando esto? Decidí no contarle que yo también lo había visto en sus ojos, mejor me limité a dejar de mirarlo y cambiar mi ángulo de visión.

Luego, unos minutos de silencio reinaron en la escena, eran bastante incómodas debido a lo anterior dicho.

-por qué no me dijiste que eras una princesa?- preguntó cortando con el silencio.

Le debes varias explicaciones

Sé que le debo varias explicaciones, pero también él a mí me las debe, no soy la única que mintió.

-yo, nose... sólo quería ser tratada cómo una chica normal- contesté apenada.

-no te gusta ser una princesa?- preguntó bastante extrañado.

¡claro que no! Era algo obvio después de verme jugando gotcha y de oculatarme, creo que es obvio, no?

No para él, tal vez nunca había visto o oído algo así