85. La cena del caos.

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Su mirada siempre lo delataba, bueno, no sé si se traba de su mirada o de que ya lo sé leer a la perfección pero siempre logro ver esa mirada tan propia de él cuando trama algo.

—vamos, tenemos mucho qué hacer— dijo y me saco prácticamente corriendo del bosque.

Cuando estuvimos afuera, subimos a su auto y encendió el motor.

—que empiece el caos— dijo con una sonrisa divertida asomándose entre sus labios antes de acelerar y salir a quién sabe dónde.

...

—¡¿Y tú qué se supone que haces aquí?! ¡Ni siquiera me agradas!— esa era yo, gritándole a un vestido que ni siquiera uso porque los odio.

Estoy buscando qué usar porque haremos una cena con los padres de Adrián y los míos para dar la noticia de que queremos irnos a París. 

Adrián y yo decidimos que soltar la bomba una vez y para ambos nos ahorraría muchas explicaciones así que decidimos realizar una cena en mi castillo para ambas familias.

Esto no va a terminar bien y lo sabes…

Decido no escuchar mi subconsciente pesimista y sigo buscando en mi guardarropa algo qué ponerme, quiero que Adrián me vea junto a él y vea en mí a una chica fuerte que está dispuesta a jugársela por él, una chica que a sus ojos sea hermosa.

¡Dios! ¡¿En qué nos convertiste Adrián?!

Después de un par de minutos más, elegí unos jeans, blusa rojo vivo de tirantes suelta, mi chaqueta negra favorita y por último una botas negras rudas.

Sonreí.

Ese es mi estilo y serle fiel me hace feliz

Con mi cabello solo lo recogí en un moño alto y alrededor de mi cabeza usé un pañuelo rojo y como toque nuevo usé un labial del mismo color.

—princesa, el príncipe Adrián ya llegó, está abajo con los demás— toca del otro lado una empleada.

—bajaré en un segundo, gracias—

Rocío casi nada de perfume sobre mis muñecas, tomo mi celular y tomo una gran bocanada de aire antes de salir.

Mientras bajaba las escaleras, me repetía en la mente las razones por las que estamos haciendo esto.

Cuando llego abajo camino hacia la sala de estar, al entrar veo a mis hermanos charlando entre ellos, excepto Scott quién está en un sofá platicando animadamente con… espera un momento, ¡¿Violeta?!.

Nota mental: hablar con Scott sobre Vi

Me quedé sorprendida un momento, hasta que escucho la voz de mi castaño.

—también tenía esa expresión cuando los vi— dice en un susurro cuando llega a mí.

Trato de reponerme y me río de su comentario.

—hoy te vez una pizca más hermosa que ayer— dice con un cinismo y una sonrisa que matarían a cualquiera.

—nunca sabré cómo le haces para soltar esos comentarios así como así— me sonrojo y trato de desviar la tensión jugando con los dedos de mis manos.

Una princesa imperfecta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora