–¡ese hijo de perra!– grite enfurecida.
Adrián estaba dormido a mi lado y con el susto brincó en la cama y cayó de ella.
–mierda, Sky, ¿qué pasa?– pregunta sobándose el trasero.
Dejé mi laptop en la cama y me froté la cara.
–ese maestro hijo de perra me reprobó en el examen– dije apenada.
Estaba muy molesta con ese hijo de puta, pero también estaba avergonzada, avénelo zafa con Adrián. Nos la pasamos estudiando la noche anterior al examen, no quiero que piense que no me esforcé porque definitivamente lo hice, sé que respondí correctamente.
–¿espera qué? No puedes, estoy seguro de que ibas perfectamente preparada para ese examen– él estaba tan confundido como yo –espera, te bloqueaste durante el examen o algo así?–
Él vuelve a la cama conmigo.
–no, estaba segura que debí haberlo aprobado. Ese imbécil siempre me ha hecho la vida de cuadritos desde que lo contradije en una clase, no quiero inventarme enemigos, pero es absurdo, en las demás clases voy perfecto, ¿por qué en esta voy a reprobar?–
–okay preciosa, estás sonando como una perfecta nerd– me besa la mejilla –si estás dudando, ¿por qué no vas y lo hablas con él? Tal vez sólo fue un error y confundió tu examen con el de Ruth, que ella repruebe sí es posible.
Se burla y se levanta de la cama.
Iba a golpearlo por decir eso de mi amiga, pero era cierto. Ruth era todo un caso.
Hice el desayuno en lo que él se ocupaba en la laptop. Ni siquiera despegaba los ojos de esa pantalla.
Le llevé su taza al sofá donde él está y doy un sorbo de mi taza.
–¿sabes qué? Lo haré. Hablaré con él, tal vez fue una confusión o algo–
Mi castaño levanta su vista a mí y sonríe.
–genial, sólo trata de no romperle las pelotas– se burla.
Desayunamos juntos, me bañé y cambié para irme al instituto. Cuando estuve lista, Adrián se puso una playera y salió del departamento.
–creo que esto de no vestir formal siempre te está gustando– examino su pijama.
–¿bromeas? ¡Está matandome!– dramatiza y ambos subimos al auto.
Una vez en el instituto no fue difícil encontrar al profesor Kurt ya que me tocaba clase con él después del descanso.
–¿de verdad? Pensé que pasarías sin problemas, es extraño, digo, ni siquiera yo reprobé y eso que aún seguía un poco bajo los efectos del alcohol– dijo Ruth mientras devoraba su emparedado.
Mierda, eso sólo me enfureció más.
Ni siquiera pude prestar atención en su clase, en mi mente estaba planeando cómo le diría mi inconformidad al profesor.
Él timbre me sacó de mi trance y en automático todos empezaron a guardar sus apuntes.
–Sky, puedo hablar contigo sobre tu calificación– Ruth rápidamente se giró a verme y sonrió animándome.
–sí, claro. Yo iba a pedirle lo mismo–. Comencé a guardar rápidamente mis cosas.
En esto entra una secretaria pidiendo hablar con Ruth, al parecer tiene problemas porque el coordinador fue quién le mandó hablar.
Me decepcioné un poco pues quería que ella estuviera presente conmigo y él profesor Kurt, pero bueno. Estaré bien.
Ella me miró pidiendo permiso para ir, es como un código entre chicas. Le sonreí y asentí, así que tomó su mochila y salió del salón.
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Una princesa imperfecta.
Roman pour AdolescentsSky, una chica de 16 años, sin una pizca de delicadeza o feminidad y para colmo de males: es una princesa. Sus padres desean con todo el alma la felicidad y el bienestar de su hija, aunque crean que la felicidad es igual a vestidos incómodos, tacone...