—déjenme adivinar— sonrió como el gato sonriente —ambos están inmensamente felices de vernos, ¿verdad?—
Mi corazón golpeteaba mi pecho tratando de salir de ahí. No sabía qué estaba pasando, ¿por qué conducía ella el auto y no Mario?.
—Bridgit esto tiene que parar. No voy a permitir que le hagas daño— tomó mi mano y se sentó a mi lado.
Ella río.
—eso lo veremos, cariño— le guió y gritó —ahora Ron—
Se retiró de la puerta y apareció en seguida Ron usando una máscara de gas que comprendí su propósito cuando arrojó algo parecido a unas latas dentro del automóvil. Las latas hicieron una pequeña explosión liberando un gas que en segundos nos dejó inconscientes.
…
El sonido de hojas de árbol siendo aplastadas me hizo despertar poco a poco.
Lo primero que sentí fue la boca seca y que los párpados me pesaban, ¿que sucede?.
—¡que bien! Despertó la bella durmiente— una voz que me erizó la piel me hizo hacer mi mayor esfuerzo por abrir los ojos.
Cuando pude ver, lo primero que me encontré fueron un par de ojos inquietos mirándome. Era cono si me quisiera comer con la mirada.
Ron se acercó a mí y me acarició la mejilla. Sus manos le temblaban y sus ojos parecían inquietos, por no hablar de su olor, parecía que no se había bañado en días o semanas.
Mi cuerpo rechazó su tacto al instante y quise empujarlo lejos de mí, pero no pude. Mis muñecas estaban encadenadas alrededor de un árbol y yo estaba dándole la espalda al tronco.
—¿dónde estamos?— aún me sentía adormilada.
Él seguía viéndome pero ignoró mi voz, ¿qué sucede con él?.
Entonces eché un vistazo a mi alrededor. Estamos en un bosque, eso es obvio, pero ¿en cuál?. Los árboles son altos y sus hojas anchas, en el suelo había hojas tiradas pero no secas, no parecía haber letreros cerca o algo que me indicara mi ubicación. El día parecía agradable, pero algo no andaba bien, era como si fuera un día por la mañana, ¿cuánto dormí?.
—sabes…— apareció la rubia —ayer tuve que cambiar de planes pero al fin de cuentas todo está saliendo justo como lo planee—
—¿ayer?—
Pregunté pero siguió hablando.
—se suponía que aparecería antes de que subieras al avión, te tomaría apuntádote con un arma y te llevaría conmigo, pero él se me adelantó— apuntó con la cabeza a otro árbol dónde Adrián también estaba encadenado —por suerte siempre estoy preparada para todo. Esperé a su siguiente movimiento y cuando vi que se irían en tu auto, golpeé a tu chófer en la cabeza, le quité la llaves, conduje hasta aquí y bueno, lo demás ya lo saben. Ron lanzó una pequeña bomba de gas que los hizo dormir el resto del día, lo suficiente para darnos tiempo de preparar su estancia aquí—
—¿qué le hiciste a Mario, maldita loca?—
—¿así se llama?— se encogió de hombros —sólo lo dejé inconsciente, no te pongas de dramática— torció los ojos —siempre odié eso de ti. Siempre quisiste hacerte la heroína—
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Una princesa imperfecta.
Teen FictionSky, una chica de 16 años, sin una pizca de delicadeza o feminidad y para colmo de males: es una princesa. Sus padres desean con todo el alma la felicidad y el bienestar de su hija, aunque crean que la felicidad es igual a vestidos incómodos, tacone...