59. Niña problemática.

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Cuando mi abuelo falleció tuve que tragarme toda esa mierda de “Lo lamento tanto”, “Lo extrañaremos” y la peor de todas era: “comparto tu dolor”. Odiaba todas estas malditas frases porque todas y cada una de ellas era una puta mentira, ellos no lo sentían, ni siquiera lo extrañaría y no compartían mi dolor porque para ellos sólo había muerto una persona conocida, no su mejor amigo cómo era mi caso. Estuve en el funeral de mi abuelo soportando todas esas malditas frases sólo porque no tenía fuerzas para pelear, pero ahora es diferente, no dejaré que cualquier persona venga a burlarse de nuestro dolor, no más.

—bueno es una lastima que ya se vayan— dije hostil. Todos en la sala saben lo mal que me llevaba con los hermanos Backham.

—¿Y quién dijo que nos vamos?— intervino el estúpido de Ron.

—yo— estaba irritada. Tengo días durmiendo en una puta silla, medio comiendo y pensando las veinticuatro horas del día que mis padres están hospitalizados por mi culpa, no creo que hacerme enojar sea lo mejor en estos momentos.

—Sky, por favor— intervino Brad. Puse los ojos en blanco.

—vayanse al diablo— dije con desprecio a Ron y Bridgit. Salí de ahí golpeando el hombro de la rubia.

Si van a estar un rato más no me pidan que sea amable, tengo todo el derecho de ser una perra. Caminé enfurecida al baño de chicas. Necesitaba lavarme la cara y pensar las cosas con claridad. Tomé un poco de agua del grifo entre mis manos y algo surgió en mí, un sentimiento de paz. El sorbo de agua que traía en las manos comenzó a irradiar una débil luz, poco a poco vi cómo el chorro de agua comenzó a flotar fuera de mis manos. Me volveré loca. Era como una gran gota flotando sobre mis manos. Era impresionante y al mismo tiempo me intimidaba, ¿Qué más puedo hacer? ¿Y cómo es que hago todas estas cosas?.

Escuché que la puerta se abrió de golpe, me desconcentre y la gota cayó chispeando un poco mi ropa. Traté de actuar normal y poco después llegó la persona a mi lado para lavarse las manos.

—siempre supe que eras una usurpadora. Siempre supe que eras esa típica chica que se cree especial, pero no eres más que una zorra con disfraz de santa— ella se peinaba mientras me insultaba.

—no estoy de humor para tus mierdas Bridgit— y planeaba irme pero me tomó del antebrazo para detenerme.

Necesito paciencia y mucha. Ella quiere provocarme para sacar provecho y yo soy presa fácil, quisiera golpearla a puño cerrado en su maldita sonrisa de loca esquizofrénica.

—me quitaste a Adrián y todos en el reino sabían que nuestra relación iba directo al matrimonio ¡Hasta tú lo sabías! Tú me lo quitaste— su voz me daba escalofríos y sus ojos se tornaron fríos —y eso lo vas a pagar, ninguna chiquilla me quita lo que es mío y se va libre— podía sentir que lo decía en serio.

Mi sexto sentido se activó al escucharla amenazarme, de ella espero cualquier cosa ¡Está loca!.

—no tengo muchas ganas de pelear Bridgit, mis padres están hospitalizados por si no te has dado cuenta— rodé los ojos. Es que ella siempre lograba ponerme de mal humor.

—me valen una mierda tus padres— y ahí fue dónde mi furia tomó el mando. Estampe una fuerte bofetada contra su mejilla, el sonido retumbó en el lugar y agradecí que no hubiera nadie en el baño.

Salí del lugar hecha una furia escuchando cómo la rubia gritaba “¡Te arrepentirás! ¡Lo juro!”. ¿Qué clase de persona te trata de joder de esa manera? Maldita estúpida.

Una princesa imperfecta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora