Prólogo

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Desde hace miles de años, vampiros y humanos han habitado la tierra. En la antigüedad, los vampiros gobernaban con puño de hierro en un reino de oscuridad. Los humanos, hartos de esta situación, se vieron en la necesidad de buscar formas para deshacerse de ellos. Y eventualmente, lo lograron, descubrieron puntos débiles, y a partir de éstos distintas maneras de contenerlos y eliminarlos.

Fue entonces cuando comenzó la guerra. Hubo miles de bajas para ambos bandos, en la lucha por el poder, por la supervivencia, vampiros y humanos, hombre y bestia, cazador y presa.

Finalmente la humanidad es vencedora, los vampiros sobrevivientes se ven obligados a ocultarse de la sociedad, monstruos blancos sin alma con la necesidad de beber sangre humana, ya no hay lugar para ellos en el mundo.

Son olvidados.

En casi todo el mundo se reducen a simples leyendas, cuentos para asustar. Su número se ha reducido a menos de una milésima de lo que alguna vez fueron.

Nos encontramos en Japón. Aquí los vampiros aún representan un problema para los humanos, y cada vez que capturan alguno, éste puede ir a dos lugares, dependiendo de sus condiciones. A aquellos que se les ve como un riesgo a la sociedad y no pueden controlar, o son reconocidos por matar a muchas personas, ellos van directamente a la prisión Akinashi, de donde ninguno ha podido escapar y la mayoría son sentenciados a muerte poco después de ser capturados. En cuanto a aquellos que no han hecho nada grave, ellos son llevados a Tsuen, un lugar que funciona como museo y donde los humanos pueden ver directamente a los vampiros que han capturado.

Hay ciertas personas que están encargadas de proteger a los humanos y capturar vampiros, ellos también se encargan de vigilar a los que han sido encerrados. La mayoría de ellos comienzan allí y después de un tiempo reciben el titulo de cazador y se dedican a capturar y eliminar vampiros; mientras que los restantes van a un internado, en el cual terminan sus estudios en menos de la mitad del tiempo que tardarían normalmente.

Nuestra historia comienza con un joven llamado Haru, un joven de 18 año, de cabello corto azul con un mechón blanco en la parte de en frente, en su ojo derecho lleva un parche, mientras que el otro es color jade. Él se dirige hacia su primer día de entrenamiento en Tsuen.

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