Capítulo 65

64 3 52
                                    

Kanato

La tranquilidad que trajo el final de esa discusión, si es que se le puede decir así, termina cuando ambos escuchamos una voz bastante familiar a algunos metros de distancia.

—Odio arruinar su momento, pero solo queda un día. Debemos aprovecharlo —Aizel se acerca, usando su tono serio de siempre.

—¿Cuánto tiempo llevas ahí? —pregunto. Es algo incómodo pensar que haya escuchado todo.

—No quieres saber—. Con esa frase, puedo suponer que lo que sospechaba era cierto—. Y quiten esa cara. No confío en ti y a él lo acabo de conocer —señala con la cabeza a Aki—. El hecho de que estemos trabajando juntos para esto no quiere decir que vaya a confiar en ustedes. Eso también significa que cuando todo termine, tendrás que arreglártelas por tu cuenta.

Por un momento pienso replicar algo, pero lo pienso mejor y me lo guardo. Todos ellos me han ayudado mucho más de lo que debían en estos días, puede que en este momento no esté tan perdido a la hora de defenderme y todo es gracias a lo que ellos han hecho. Además, eso no debe preocuparme ahora, todo lo que ocupa mi mente es rescatar a Kasumi, ya veré qué hacer después de que eso haya terminado.

—Por otro lado —continúa, pasando su mirada entre Aki y yo—. ¿Seguro de que puedes manejar la sed?

Asiento sin pensarlo. Si pude resistirme a lo de antes, sé que no habrá problema en tanto no intente sobrepasar mi límite. Solo debo estar atento y apartarme cuando sienta que es demasiado fuerte.

—Bien, en ese caso, lo mejor es que entrenen juntos en lo que queda. Ustedes dos se conocen bien, ¿verdad?

—Sí —esta vez, quien responde es Aki—. Hace bastante tiempo no trabajamos juntos, pero podremos volver a sincronizarnos a tiempo.

Aizel vuelve a posar su mirada sobre mí y asiento con una sonrisa involuntaria que se ha dibujado en mis labios. Esta reconciliación era necesaria, será mucho más fácil ponerme de acuerdo con Aki, es decir, siempre me escucha y es fácil acostumbrarse a estar junto a él. Además, tenemos bastante experiencia en equipo él y yo. Esos años en el internado no se desperdiciaron.

Luego de esto, el vampiro pide que lo ataquemos ambos al mismo tiempo. Al principio no nos va muy bien, sin embargo, después de un rato conseguimos coordinarnos mejor. Tal vez la mayor complicación en este aspecto sea mi velocidad, ahora puedo moverme con mucha más fluidez que antes, lo cual, causa que Aki se retrase o termine dando pasos en falso para seguirme el ritmo, por lo cual, tengo que desacelerar.

Para ser sincero, a estas alturas ya era de esperarse, pero en el fondo esperaba que no se notara tanto la diferencia en como Aizel trata al chico de cabello azul y a mí. Simplemente es abismal el cambio. Con él se contiene como pensé que no podría hacerlo, mientras que los golpes que yo recibo, en su mayoría terminarían siendo letales si se los diera a un humano. Considero la opción de que solo sea porque me odia, pero resulta ser más razonable el hecho de que Aki no podría resistir a esto, o al menos, no estaría recuperado al máximo para dentro de un día, mientras que yo solo necesito beber un poco y esperar para que no quede rastro de ninguna de las heridas que se abren.

En una breve pausa, Aki pide un descanso para ir al baño. Algo irritado, Aizel accede rápidamente. Me siento un poco mal por Aki, quién sabe cuánto había estado aguantando.

—Aizel —cuando lo llamo, levanta la vista del libro que sacó en cuanto el chico de cabello azul desapareció entre los árboles—. ¿Exactamente cómo... cómo podemos hacer que Kasumi regrese?

La verdad es una cuestión que me preocupaba desde el comienzo. Espero que tenga algo bueno en mente, porque de no ser así, todo este entrenamiento no serviría de nada.

V talesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora