Capítulo 68

25 3 27
                                    

Kanato

Debo admitir que me apena un poco tener que esforzarme tanto para poder hacer un aterrizaje más o menos decente, mientras que parece que los demás hacen poses de superhéroes en cuanto alcanzan la azotea de la edificación a pesar de que Makoto haya traído a Aki, y Lucy a Midori. Por otro lado, parece que a nadie más le importa ni un poco, lo cual tiene todo el sentido del mundo, considerando la situación.

Tal como fue planeado, de inmediato conseguimos acceder a una de las entradas, la cual no tiene seguridad alguna. No sé si ese sujeto sea demasiado confiado o en verdad tiene la seguridad de que los vampiros bajo su control podrán contra cualquier cosa que aparezca; en cualquier caso, no puedo bajar la guardia por un solo segundo; el que Aizel se haya molestado en darnos tantas indicaciones es una enorme señal de que esto es cosa seria.

Así como pudimos entrar con bastante facilidad, el vampiro también tuvo razón en que esta vez no la íbamos a tener tan fácil. No debieron pasar más de dos minutos, cuando casi tres docenas de vampiros llegaron de golpe, cada uno de ellos en perfecta sincronía con el resto. Por supuesto, nadie dudó un momento en regresar los numerosos ataques, y no se puede negar que hubiéramos tenido serios problemas con esto, de no ser porque ya teníamos memorizados los patrones que eran comunes en todos los enemigos que aparecieron. La pelea, si es que se le puede decir así, se resolvió en cuestión de segundos a nuestro favor, pero en el caso de no saber cómo actuar, lo más seguro es que esto hubiera terminado en más que unos cuantos rasguños superficiales.

A partir de este punto, se decidió que lo mejor sería separarnos con el fin de cubrir más terreno. Gracias a los comunicadores que aportó Aki, todos podremos estar en contacto en caso de que encontremos algo importante o que los problemas sean demasiado grandes para lidiar con ellos solos. Algo que en definitiva no esperaba para nada es habernos dividido únicamente en dos grupos, uno conformado por Midori, Kou, Makoto y Lucy, mientras que en el otro estamos Aki, Aizel y yo. Aunque en un principio esperaba que fuéramos por parejas, supongo que así es más seguro para todos, es decir, no me imagino a Midori y esa chica, o a Aki y a mí, solos contra el maldito conde Drácula si llegáramos a toparnos con él.

—¿Tienen algo? —la voz de Kou aparece a través del comunicador luego de algunos minutos en silencio. Lo cierto es que al principio sentía que íbamos en círculos, pero después de prestar atención, bastante atención, está claro que, siguiendo los patrones que aportó Aizel, no hemos repetido un solo pasillo desde que llegamos.

—Nada — responde Aizel en voz baja—. Parece que, de alguna forma ocultaron el aroma de la sangre del otro híbrido, es imposible de rastrear—. Es cierto lo que dice, más allá de la sangre de Aki, no he podido sentir ningún aroma similar por más que me concentre.

—¿No tienen alguna clase de telepatía de gemelos? —esta vez es Makoto quien se escucha—. Ya sabes, algo que te diga dónde está tu hermano.

—N-no existe una cosa así —tartamudea Aki en respuesta, algo aturdido.

—Solo decía...

—Makoto, ahora no —Aizel lo corta con tono severo.

—L-lo siento —se disculpa de inmediato. La verdad, no lo culpo por haberlo hecho; está nervioso y lo más probable es que solo quiera aligerar un poco el ambiente, aunque tal vez no sea el momento adecuado para eso.

Momentos después de esto, nos encontramos con otro grupo casi igual de numeroso al anterior. Al ser solo nosotros tres, tardamos algo más de tiempo, pero al final no se nos dificultó demasiado. Sin embargo, estos ataques confirman que ese sujeto ya sabe que estamos aquí; eso, y que parece está decidido a acabar con nosotros a través de sus sirvientes.

V talesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora