Capítulo 36

172 3 2.2K
                                    

—Por favor tómalo, es tuyo— Pone lo que queda del órgano, prácticamente a la fuerza sobre las manos de Midori, esbozando una sonrisa torcida con sus dientes perfectamente blancos, ahora con irregulares manchas negras que obtuvo con la tos de antes.

A pesar del terror que siente, a la castaña le duele terriblemente verlo en este estado. Si bien ya ha comprendido que Makoto perdió la cordura hace bastante tiempo, eso no impide el hecho de que le tomó cariño en el tiempo que ha estado con él.

Miles de pensamientos pasan por la mente de la cazadora. Entre ellos está la idea de escapar ahora que es el momento, que se opone por completo a otra que la tienta bastante, que es tratar de haceralgo por él, comenzando por arreglar el agujero que él mismo ha creado en su pecho, y tal vez, después de eso tratar de hacer algo para que entre en razón. Sin embargo, lo que más la abruma es pensar en qué hacer con lo que algún día fue un corazón que bombeaba sangre y ahora está entre sus manos escurriendo un líquido oscuro y viscoso.

—Lo siento, en serio lo siento— finalmente dice con lágrimas amenazando con salir de sus ojos.

—¿De qué estás hablando? Aún te vas a quedar ¿Verdad? Dijiste que te quedarías conmigo por siempre ¿No es así? ¿Midori? — Su expresión refleja desesperación en su estado más puro. —Dímelo una vez más, por favor. Di que me amas, que no me dejarás. Por favor. — Estira su mano hacia ella, pero se detiene de golpe, devolviéndola a su pecho con un alarido de dolor.

Midori al principio no lo comprende, sin embargo, el entendimiento la golpea cuando ve el objeto entre sus manos. Involuntariamente había oprimido el corazón de Makoto cuando se acercó.

"Aún está conectado a él" comprende al instante. Deja su zona de protección para caminar hacia la puerta, rodeando al vampiro.

"Ésta será la única oportunidad así que tendré, debo irme ahora" piensa mientras se aleja con un inmenso dolor en el pecho, no solo por dejarlo, sino por dejarlo de esa forma, abandonándolo sin voltear cuando sabe que está terriblemente débil, apenas arrastrándose en un intento inútil por alcanzarla mientras pronuncia su nombre una y otra vez.

"Midori... Midori, no te vayas, por favor" es el sonido incesante que la cazadora escucha una y otra vez, tantas veces que ya no está segura de que sea real o solo una broma pesada de su mente.

—Lo lamento, todo lo que te hice pasar. También el que nunca te pude compensar nada de lo que hiciste por mí. Adiós, Makoto y gracias por todo— dice cuando ya ha comprobado que la puerta de salida sobre unas largas escaleras está abierta. No le dirige la mirada. Teme que si lo ve en este estado no será capaz de irse, que querrá quedarse con él hasta que se recupere, lo cual terminaría en más excusas para seguir a su lado. No quiere eso. Por ese motivo, se limita a decir eso y cruzar la salida y cerrarla tras ella.

Al pasar a través de la puerta, se encuentra con un largo pasillo con varias puertas a ambos lados. No le presta mucha atención al escenario, lo único que le interesa son las escaleras que ve al final, que deduce que llevan al exterior.

Sin dudarlo por un momento corre en esa dirección. Ya está a pocos metros del exterior, cuando se detiene en seco. Queda completamente paralizada al ver a una vampira que definitivamente no esperaba encontrar en ese lugar. Por mucho que le costaba creerlo; Kasumi, la vampira de la que Makoto le había hablado, es la misma que vio en casa de Kanato.

La vampira la analiza de pies a cabeza por algunos segundos, para después mirarla fijamente a los ojos mientras se acerca lentamente. Midori, completamente inmovilizada y muda, no es capaz de hacer nada hasta que Kasumi le quita delicadamente de entre sus manos el corazón que ya había olvidado que seguía sosteniendo.

V talesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora