Capítulo 52

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Kanato

Mi cabeza me está matando para cuando despierto. No tengo idea de donde estoy, pero luego de detallar un poco el escenario, me doy cuenta de que es exactamente igual al que me topé cuando desperté antes. La única diferencia que encuentro es que esta vez la jaula está abierta, algo que me extraña demasiado, pero prefiero no pensar mucho. Recordando los últimos momentos antes de quedar inconsciente, paso una mano por mi cuello. Ya esperaba encontrar mi mano llena de sangre y así ocurre. Aún sigue fresca, lo cual significa que no debo llevar mucho tiempo aquí, además, sigo sintiéndome bastante débil por la pérdida de sangre. No comprendo la razón por la que ese sujeto no quiso matarme y la verdad no sé si quiero saberlo, pero al menos tengo la oportunidad de pensar mejor las cosas antes de actuar de nuevo. Aizel parecía asustado cuando supo que ese sujeto estaba aquí, eso no me gusta nada; por otro lado, me confunde haberlo encontrado hablando con él. Sí, le disparó, pero hasta ese momento no parecía muy interesado en irse. Esa no era una pistola para vampiros, así que debería seguir con vida. Es evidente que sabe lo que ocurre, así que espero que nos dé una buena explicación si es que lo encuentro.

Saco mi teléfono para ver si Aki contesta, ya que Midori perdió el suyo, pero no hay ninguna señal en este lugar y ya que lo pienso, tal vez no sea buena idea llamar si es que siguen aquí, podrían estar ocultos y el sonido revelar su ubicación, así que lo mejor es no intentar. Por ahora, intentaré encontrar a los demás.

No estoy seguro, pero ya debe haber pasado más una hora y no he conseguido más que dar vueltas sin sentido. Estoy completamente seguro de que he pasado junto a la misma pintura de aquel vampiro al menos unas ocho veces. Aunque ha pasado algún tiempo desde que lo vi por última vez, también siento que cada pasillo es exactamente igual al anterior. Hago lo posible por recordar los caminos que ya he tomado, pero este lugar es demasiado confuso, no comprendo cómo es que los vampiros de aquí consiguen orientarse. Y hablando de ellos, es muy sospechoso que en todo este tiempo solo me haya encontrado con uno. Quería interrogarlo para ver si sabía dónde están los demás, pero se quedó inmóvil, mirando al vacío como por un minuto, luego de preguntarle varias veces comprendí que no diría nada, así que solo le disparé en la cabeza para evitar que sea un problema más adelante.

Hasta ahora el dolor de cabeza no ha mejorado nada, pero después de analizarlo, comienzo a pensar que es Akane. Más que intentar tomar el control, parece que trata de decirme algo que no logro comprender y eso me inquieta.

—¿Qué es lo que quieres? —pregunto en voz baja, esperando que tal vez conteste. Sin embargo, luego de varios segundos veo que no piensa responder. Odio que me haga esto y no es la primera vez.

En verdad es un fastidio y daría lo que fuera para que no vuelva a aparecer, pero debo reconocer que su intuición casi siempre es acertada, como aquella vez que íbamos directo a una trampa hace unos meses. El problema reside en que no da más que señales y eso no es de mucha ayuda. Bien, al menos parece que por el momento no intentará arruinarme todo de nuevo. Aun así, debo estar alerta.

Sigo caminando y, por fortuna, parece que finalmente he llegado a un lugar diferente. La decoración ha cambiado bastante, ha pasado de ser casi medieval a algo más moderno. Antes de continuar, miro atrás para grabar el recuerdo de esa sección y no regresar. Algunos metros más adelante hay una intersección, voy más lento hasta llegar para comprobar si hay algún vampiro; a la derecha no hay nada, sin embargo, a la izquierda alcanzo a ver uno. Me oculto detrás del muro, esperando que no me haya visto, y considerando que pasados varios segundos no se ha acercado, asumo que no lo hizo o al menos no piensa seguirme.

Luego de calmarme un poco y con la pistola cargada en una mano, me dispongo a enfrentarlo en caso de que siga allí. Giro rápidamente y apunto, y me desconcierta por completo que él también me está apuntando. Sé que no estoy en la posición ideal para amenazar, pero parece que este no actúa como máquina al igual que la mayoría de los que he visto, así que debo aprovechar.

V talesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora