Capítulo 57

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Kanato

Esto es malo, ni siquiera lo había considerado hasta ahora, pero encontrarme con algún humano ahora sería terrible. Para comenzar, al igual que dijo Aizel, la sed de sangre no ha dejado de aumentar cada vez más rápido y el tener que recuperarme de las heridas que me dejó Kou solo empeora las cosas, en este momento no puedo confiar en mí mismo. Además de eso, hay una gran probabilidad de que sean cazadores y soy plenamente consciente de que aún no estoy en condiciones para enfrentarlos.

Sé que es algo cobarde y que me dijeron que no me moviera, pero por la forma en que van las cosas, la mejor opción es alejarme de quien sea que se acerque. Intento hacer el menor ruido posible mientras me alejo en dirección al escondite, pero sin darme cuenta termino pisando una rama que no sé si lo haya imaginado, pero me parece que hace demasiado ruido. Por un momento giro para ver si me están siguiendo con la esperanza de que tan solo esté paranoico y para mi mala suerte, el miedo que siento es totalmente justificado. Son dos cazadores, y por la dirección en la que se mueven, apostaría a que ya me vieron.

Estoy por comenzar a correr como si no hubiera un mañana cuando me doy cuenta de algo muy importante, no puedo ir a ese lugar, estaría guiando a estos cazadores allí. De inmediato cambio el rumbo a otro aleatorio, el que sea que no lleve a ese lugar, sé que con esto pierdo ventaja, pero no puedo poner en peligro a los demás.

Es inevitable ver sobre el hombro para comprobar si aún me siguen, pero me doy cuenta de que ha sido una terrible equivocación cuando termino tropezando y cayendo al suelo. Intento reincorporarme lo más rápido posible, pero eso no es suficiente para conseguir evitar un disparo en algún punto de mi espalda.

Esto no es comparable a ningún otro dolor que haya sentido antes, simplemente es demasiado, ni siquiera consigo ponerme en pie, lo cual les da a los cazadores tiempo para alcanzarme. Por un momento siento que todo pasa en cámara lenta, con el dolor a mi costado derecho aumentando y extendiéndose, es entonces que consigo verla a menos de un metro. La bala, con parte de su líquido derramándose en el suelo. No sé si me atravesó, pero en cualquier caso me alivia ver que está fuera de mi cuerpo, por lo tanto, no tendré que sufrir tanto.

Ahora me enfrento a un nuevo problema, el par de cazadores que sé que cada vez están más cerca.

Tratando de ignorar el dolor, doy la vuelta, mirando hacia donde están ellos. Aún no podría ponerme en pie y mantenerme estable, así que me arrastro como puedo hacia atrás, eso al menos hasta que me choco contra un árbol ¿Cómo puedo tener tan mala suerte?

—A ver ¿a dónde irás? —dice uno de ellos, como si ya fuera segura su victoria mientras se acerca junto a su acompañante, quien no ha dejado de apuntarme con una pistola, supongo que él fue el que me disparó. Él, a diferencia del que habla, no tiene casco puesto—. ¿A Tsuen? ¿Akinashi? O tengo una idea mejor ¿por qué no acabamos contigo de una vez?

En cuanto termina de hablar pone su espada a menos de un centímetro de mi cuello. Debo hacer algo, esto no puede terminar de esta forma.

—E-esto es una equivocación, y-yo no he hecho nada —me odio por tartamudear en un momento así, pero más importante que eso, sé que no los he convencido en absoluto.

—Sí, como digas. Solo pórtate bien y tal vez puedas seguir un poco más con tu inútil existencia —dice el mismo, ahora cambiando el cartucho de su arma, seguramente piensa dejarme inconsciente para capturarme.

Úsame, sabes que estás acorralado —de repente la voz de Akane se hace presente en mi cabeza. Está muy equivocado si cree que lo dejaré tomar el control ahora—. Vamos, Kanato, sabes que es el camino más rápido.

V talesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora