Capítulo 66

49 3 43
                                    

Ayato

No sé cuánto tiempo llevo aquí, pero eso no impide que el mal presentimiento crezca a cada momento que pasa. No solo por mí, porque esto, en definitiva, es lo peor que podría pasarme en la vida, sino también por Mayu, ¿al menos seguirá con vida?

Debí haberle hecho caso a Kasumi en no tocar la reja, porque cuando lo hice, literalmente sentí que mi mano estaba en llamas. Por fortuna, no duró mucho; como un minuto después, la herida se curó por completo, aunque no tengo idea de cómo sentirme al respecto...

Por un momento llegué a pensar que no era cierto, que no era más que una broma de mal gusto, que esta sensación extraña que tengo era solo producto de mi imaginación. Pero mis sospechas fueron confirmadas cuando toqué esa barra de metal que hace rato había tocado con total tranquilidad.

En este momento mi mente es un completo caos. Tengo tantas cosas de las que preocuparme que no sé ni por donde comenzar, partiendo de que tengo que salir de aquí como sea, también debo sacar a Mayu de este lugar, no soportaría que pasara por esto mismo que estoy viviendo y estoy seguro de que aún no ha llegado la peor parte.

Hasta ahora no me he sentido muy diferente, pero en algún momento comenzaré a tener sed de sangre, tampoco volveré a ver la luz del día, y no tengo la menor idea de cómo volver a darle la cara a mi familia estando así... no, eso no es todo. Como vampiro, ni siquiera puedo pensar en andar por allí libremente. Solo por serlo, ya me gané el odio de gran parte de la población.

Han pasado varias horas y no dejo de dar vueltas en el reducido espacio, mientras que exprimo mi cabeza en busca de una forma de escapar, sin obtener resultado alguno.

Entonces vuelvo a verlo. Ese sujeto aterrador camina con tranquilidad hasta entrar a la celda en la que me encuentro. Instintivamente doy varios pasos hacia atrás, hasta que el muro a mi espalda me obliga a detenerme. No tengo idea de lo que pretenda, pero presiento que no debe ser nada bueno. Tal vez piensa hacerme lo mismo que a Kasumi.

—No tienes nada que temer —dice con un tono suave que pretende tranquilizar, pero que tiene el efecto contrario—. Ahora que eres uno de nosotros, puedes considerarme tu aliado.

—No soy uno de ustedes, y deja de hablarme con tanta tranquilidad. ¡Nunca sería aliado de alguien como tú! —exclamo con ira. Nada de esto estaría pasando si no fuera por él. Es increíble que me hable de esta forma, pretendiendo ser un aliado.

—Tranquilo —continúa, sin perder ni un poco de calma—. Para comenzar, puede que sea un cambio duro, pero ahora eres un vampiro y tarde o temprano comenzarás a pensar como tal. A diferencia de lo que piensan los humanos, no es malo, al contrario, hay mucho de lo que deberías estar orgulloso.

—¿Como qué? ¿Lastimar inocentes? ¿Beber su sangre? ¿Arrastrarlos al mismo destino? —pregunto, desafiante. Ni loco voy a aliarme con éste, voy a dejárselo claro.

—Solo estás viendo un lado de la moneda —niega con la cabeza—. Sí, beber sangre humana es el precio a pagar por nuestra vida y es uno que estoy dispuesto a pagar. Después de todo, ¿acaso los humanos no comen animales sin que les importe lo que ocurra con ellos? No hay deferencia, es más, podríamos vivir sin tener que asesinarlos, ¿hay algo malo en eso? —hace una larga pausa en la que no se me ocurre nada que replicar—. Entiéndelo, nosotros no somos los malos, y una vez que recuperemos la posición que merecemos, este será un mejor lugar para todos nosotros. No estoy pidiendo mucho, solo que me hagas un pequeño favor que dudo que te moleste.

—Sea lo que sea, me niego —respondo, cortante. No pienso hacer nada por ayudar a este tipo.

—Deberías escuchar y pensarlo un poco antes de negarte —intenta persuadirme, continuando con su actitud confiada y tranquila—. Eres un chico listo. A pesar de ser cazador, tu deseo de vivir es mayor al odio que le tienes a los vampiros, ¿o no se supone que los cazadores se quitan la vida en una situación como esta? —pregunta y yo bajo la mirada sin responder. Sé que eso es lo que se supone que haga, es más, siento repulsión hacia mí mismo en este momento, pero no puedo hacerlo, no hasta que haga al menos un intento por rescatar a Mayu—. A eso me refiero. Solo debes hacer esto por un tiempo. A cambio, tendrás protección, alimento, y cuando todo esto termine, también tu libertad.

V talesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora