Al comenzar diciembre, el alumnado estaba más loco que nunca. Con la llegada de las escuelas Beauxbatons y Durmstrang, se habían revolucionado bastante, pero al enterarse de que había un baile de Navidad y que había que llevar pareja, Hogwarts parecía un manicomio y no una escuela.
La verdad era que yo también estaba preocupada. ¿Con quién demonios iba a ir yo al baile? ¿Quién querría ir conmigo? Todavía faltaban dos semanas para el baile, pero cuanto antes encontrase a alguien mejor.
Divagando en temas que acometían mi mente porque sí mientras estaba en clase de Historia de la Magia, a la cual siempre se me hacía complicado atender, recordé a Draco. Sería alucinante ir con él al baile, pero seguramente se lo pedirá a Pansy Parkinson, a pesar de que es su acosadora compulsiva personal. Suspiré resignada. No sabía qué hacer.
—¡Emma! —chilló Susan a mi espalda cuando salimos de dicha clase.
—Me vas a dejar sin tímpanos cualquier día —le dije riendo.
—¡Tengo pareja de baile! —comentó excitada mientras sonreía más ampliamente que nunca. Se acercó a mí para susurrarme—: Justin me ha invitado.
—Eso es genial —le sonreí.
—¿Te lo han pedido ya a ti? —me preguntó.
—No —suspiré. «Gracias por recordármelo», quise decirle, pero me contuve. Ella no tenía la culpa.
—Bueno, ya vendrá un caballero a invitarte —se encogió de hombros riendo—. ¿Sabes qué? Creo que Ernie va a invitar a Hannah. No sé, me da la sensación de que hay algo entre ellos, no me preguntes por qué...
La capacidad que Susan tenía para cambiar de tema, cada día me sorprendía más. Empezabas a hablar con ella del profesor Binns y acababas comentando el núcleo de las varitas. Si yo hiciese eso, entonces no me callaría ni durmiendo.
Los días pasaban y la gente estaba cada vez más agitada, incluso los profesores desistían con los alumnos, porque todos tenían la mente en otra parte, querían que la Navidad llegase (yo no tanto, porque seguía sin pareja), y nadie atendía a ninguna clase.
—Tienes que presentarme a ese compañero tuyo tan guapo —le dije con tono gracioso a Edward.
—Emma, en serio, es verdaderamente hermoso. Quizá te enamores de él y dejes plantado a Draco —me soltó bastante convencido.
—No lo creo. Es decir, será guapo tu chico, pero...
—No es mi chico, no digas eso —se ruborizó.
—No lo es porque no quieres. ¿Has notado si él también puede ser homosexual? —le pregunté—. Igual podéis ir al baile juntos.
—¡Bobadas! Me moriría de vergüenza pedirle tal cosa. Y, además, todavía estoy estudiando su comportamiento, puesto que tal vez me diga su orientación sexual... —me contestó nervioso.
—Está bien, está bien —asentí. Estábamos dando un agradable paseo por los terrenos de Hogwarts, que estaban ya recubiertos de una blanca y espesa nieve. Aprovechábamos los días que no llovía para tomar aire fresco y salir un poco del castillo.
Fue agradable hasta que él la cagó. Y no, no me refiero a Edward. ¿Alguien lo adivina? Sí, claro... SMITH.
—Emma, querida —su voz, molesta y vulgar, me sobresaltó, porque apareció detrás de nosotros. A Edward también le pegó un buen susto, quien era más propenso a asustarse que cualquier otro chico que haya conocido.
—Smith, ¿qué quieres? —espeté con odio. Él miró a Edward de pies a cabeza y le intentó decir que se largase con la mirada, pero Ed no lo captó.
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La Serpiente Y El Tejón (Draco Malfoy Fanfic)
FanfictionLa valentía nunca había sido mi fuerte, pero sí mi tenacidad; supongo que por eso me eligieron para la casa de Hufflepuff. Soy Emma O'Brien y estoy complacida de contarle al mundo (tanto mágico como muggle) la historia de mi vida, sobre todo en Hogw...