Alguien necesita intimidad

378 33 17
                                    

No podía creer lo que mis ojos estaban leyendo. O al menos no quería creerlo. El maldito Ministerio había nombrado a Umbridge Suma Inquisidora de Hogwarts. Se iba a dedicar a supervisar el trabajo de nuestros profesores para ver si eran buenos en sus clases, según su opinión, o la del Ministerio. Me parecía increíble que el hermano mayor de Ron, Percy, estuviese totalmente de acuerdo con esa nueva norma.

—Es idiota, el idiota más grande del mundo —declaraba Ron cuando se le mencionaba.

Yo siempre corroboraba, por supuesto. Poner a esa arpía como Suma Inquisidora. ¡Como si pudiese mandar más que Dumbledore! Supervisar a los profesores... ¿Y quién la supervisará a ella? Pues nadie, claro está, porque es la Suma Estúpida Inquisidora del Infierno.

—Enhorabuena, señorita O'Brien; ha sido de las pocas personas en este curso con esta nota —me dijo la profunda voz de Snape. Seguía al lado de Ed en sus clases, puesto que Snape, bajo ningún concepto, permitiría a Smith sentarse a mi lado—. Lo mismo le digo, señor Leeson.

Ambos sonreímos cuando vimos una S en nuestras redacciones. Significaba Supera las Expectativas. No me esperaba que Snape me pusiese esa nota.

—Las notas han sido impuestas como si hubiese sido un examen del TIMO de esta asignatura. Para los que hayáis suspendido, podéis ir preparándoos si no queréis sacar una D —explicó Snape a la clase.

—¿Quién habrá suspendido? Buscar esto ha resultado muy fácil, por lo menos a mí —me susurró Ed con disimulo.

—No lo sé —me encogí de hombros.

—Psst —dijo alguien a nuestra espalda. Nos dimos la vuelta. Un chico de ojos café y pelo castaño, rizado y alborotado sonreía abiertamente. ¿Ese no era...?

—¿Qué quieres, George? —preguntó Ed alzando una ceja. Estaba reprimiendo una sonrisa.

Sí, era George Parker.

—¿Qué has sacado? —preguntó.

—Una S —sonrió Ed. El chico soltó una carcajada en bajo y a mi amigo se le borró la sonrisa—. ¿Qué hay de ti?

—Me ofende que lo preguntes. He sacado, por supuesto, una E —contestó George con superioridad, enseñándonos su maravilloso Extraordinario.

Debía ser un genio o algo, porque Snape no se rebajaba casi nunca a poner esa gran nota.

—Me alegro por ti, Parker —dijo Ed, sonriendo traviesamente.

—Oye, prefiero que me llames George si no te importa —espetó el chico sin dejar de sonreír.

—Muy bien, Parker —se burló Ed y se dio la vuelta. George negó con la cabeza mientras sonreía y yo también me giré.

—¿Qué...?

—Siempre estamos así, pero nos llevamos muy bien, tranquila —me explicó Ed con una sonrisa.

—Bien. Me alegra saber que no os matáis o algo parecido por sacar mejores notas que el otro —respondí yo sonriendo—. ¿Te sigue gustando? —bajé la voz y me acerqué más a Ed.

Él parecía un poco alarmado.

—Eh... Sí, claro —asintió decidido—. Pero lo disimulo, ya lo has visto.

En clase de Transformaciones tuvimos a la «agradable» Umbridge supervisando a McGonagall. Esta última no le hizo ningún caso. Ella nos explicaba en qué consistía el hechizo desvanecedor y que debíamos saber utilizarlo bien porque saldría en el TIMO. Habíamos practicado con caracoles al principio, y ya que habíamos captado lo esencial, íbamos a empezar por hacer desaparecer ratones. Mientras, Umbridge estaba en una esquina anotando como loca en sus papeles. Nadie le prestó mucha atención. La profesora McGonagall apenas la miró.

La Serpiente Y El Tejón (Draco Malfoy Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora