Tuve una pesadilla. Aunque, si lo hubiese soñado otra persona, diría que solo fue un simple sueño, aunque bastante extraño. Pero para mí fue horrible.
Gracias a que Umbridge me comunicó que era Sangre Pura y yo estaba tan confundida por ello, soñé que estaba de nuevo en primer año, concretamente en la ceremonia de selección con el viejo y raído Sombrero Seleccionador. Volví a estar sentada delante de todo el colegio con él en mi cabeza y tuvimos una discusión de lo más violenta y frustrante.
—Vamos, serías una excelente Slytherin, pequeña, lo tienes todo sobre esa casa: eres astuta, pues nadie puede engañarte; inteligente, ya que piensas las cosas antes de hacerlas; ambiciosa, porque quieres conseguir todo lo que te propones; y matarías a quien fuese necesario por alguien que quieres... Estás destinada a serlo, me temo —decía el Sombrero en mi cabeza.
—¡No! ¡Estás mintiendo! —pensaba yo, desesperada—. Yo pertenezco a Hufflepuff, sí que tengo todas las cualidades de esa casa. ¡Por favor, no me envíes a la casa equivocada! —le rogaba al Sombrero.
—Eres tú quien te equivocas... Después de todo, eres una orgullosa Sangre Pura, y eso dice mucho de un verdadero Slytherin, pues no se admiten magos o brujas de otro estatus de sangre... —intentaba persuadirme.
—¡No! ¡Hay Sangres Pura en otras casas; no todos son Slytherins! —contestaba yo, cada vez más frustrada—. ¡Por favor, te lo ruego, cualquiera menos Slytherin!
—¿Qué tiene de malo esa casa? ¿Acaso piensas que es la peor, crees que sufrirás en ella?
—¡Sí, lo sé, no quiero ser una bruja tenebrosa!
—¡Qué mala idea tienes sobre Slytherin! Me has hecho enfadar, niña, y eso es bastante difícil. No me queda otro remedio que ponerte en... ¡SLYTHERIN!
La casa nombrada estalló en vítores mientras McGonagall me quitaba el Sombrero de la cabeza. Me miró desde lo alto con severidad y murmuró:
—Qué decepción...
Miré aterrada a la mesa de Hufflepuff, donde mis cuatro amigos me miraban enfadados y dolidos y me daban la espalda. Luego, mi mirada fue hacia la mesa de Gryffindor, donde el Trío de Oro negaba con la cabeza con desánimo y reprobación.
Finalmente y muy a mi pesar, tuve que levantarme del taburete y caminar hacia mi mesa. Merlín, mi mesa. Me senté torpe y tristemente en frente de un chico con el pelo rubio platino y con ojos de color tormenta. Sonrió maliciosamente.
—Bienvenida a la mejor casa de Hogwarts —me dijo y su sonrisa se intensificó.
Yo le miraba con la boca abierta, aterrorizada, como si fuese el peor monstruo imaginable.
—Ya verás, Emma, juntos dominaremos el mundo mágico, alzaremos lealmente el nombre de los Sangre Pura, mataremos cruelmente a cualquier sucio muggle que nos mire y torturaremos a los mestizos por infidelidad a la más poderosa raza mágica. ¡Los Sangre Pura seremos los líderes!
Mi cara de horror se hizo más notoria, Draco empezó a reírse malvadamente, como en las películas muggles cuando el malo se regocijaba con su brillante plan. Quería gritarle: «¡No, estás loco, no pienso permitirlo!», pero para mi desgracia, me había quedado oportunamente muda. Maldije sin hacer ningún sonido, pues lo único que oía era la codiciosa risa de mi novio acompañada por toda la mesa de Slytherin.
—¡NO! —chillé, despertándome de forma ruda, pegando un bote y quedando sentada en mi cama.
—¿Qué te ha picado, O'Brien? —oí gemir a Megan Jones desde su cama. Quise mandarla al cuerno, pero estaba en shock por el maldito sueño.
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La Serpiente Y El Tejón (Draco Malfoy Fanfic)
FanfictionLa valentía nunca había sido mi fuerte, pero sí mi tenacidad; supongo que por eso me eligieron para la casa de Hufflepuff. Soy Emma O'Brien y estoy complacida de contarle al mundo (tanto mágico como muggle) la historia de mi vida, sobre todo en Hogw...