El día del partido de quidditch de Gryffindor contra Slytherin llegó. Con el nuevo equipo de los leones y la falta de algunos jugadores de las serpientes, era prácticamente previsible cómo acabaría aquello. Draco no iba a jugar, pero tampoco fue a animar a su equipo.
El partido empezó y mi sangre hirvió de furia al escuchar la voz de Smith por el megáfono mágico, quien había sido elegido para comentarlo.
—Poner a ese zoquete de comentarista no tiene perdón de Merlín —fruncí el ceño con molestia.
Escuché una risa suave a mi lado.
—Me encanta que te molestes tanto por esa clase de tonterías. Pones una cara de niña pequeña tan mona —comentó Ash.
—Yo la veo más como un gorila enfadado al que le han quitado su comida —bromeó George.
—Ja, ja, ja —espeté.
—Ni caso, Emma, no pareces un gorila —negó Ed con la cabeza—. Yo te veo más como un orangután.
Los tres se rieron a carcajadas. Gruñí y volví a gruñir al mirar a Smith, sentado con los profesores, comentando el partido. Lo hacía con tan poca gracia y tanto aburrimiento, que se me hizo el peor partido del mundo. Lo único que hacía era dejar en ridículo a los jugadores, o al menos intentarlo, y todos eran Gryffindors.
—No, no puede ser un simio —dijo Ash, aún intentando recuperarse de la risa—. Ella es más de felinos.
—¡Entonces es una tigresa! —rio George, y los otros dos le imitaron.
Abrí la boca para mandarles al cuerno y en ese instante, el león sobre la cabeza de Luna Lovegood sonó por todo el campo y mis tres amigos me miraron asustados e impresionados.
—¿Qué hechizo has utilizado para hacer eso? —preguntó George fascinado.
—¡Ha sido el gorro de Luna! —informó Ed señalando detrás de mí. Luego saludó a la rubia y la enseñó el pulgar con una sonrisa indicando que el complemento que llevaba le parecía genial.
Ron paraba todas las pelotas y Ginny no hacía más que marcar tantos. Smith comentaba los defectos de los Gryffindor despectivamente y mi odio aumentaba cada vez que abría la boca. ¿Por qué a veces era tan aparentemente tierno y sincero y otras tan insoportable y repelente? ¿Es bipolar o qué?
Al final, cómo no, Gryffindor ganó a Slytherin.
—¿Y no te molesta que tu casa haya perdido contra la casa rival? —le preguntó Ed a Ash.
—No todo el mundo es tan competitivo como tú —se burló George con su típica sonrisa socarrona.
Ed iba a replicarle, pero Ash le contestó antes:
—La verdad es que no. El quidditch no es la cosa más interesante que pasa en Hogwarts; por tanto, no creo que sea algo que deba molestarme. Sólo es un juego, al fin y al cabo, y además yo soy una simple espectadora.
—A ver si aprendes de ella, Edward —dijo George.
—Deja de meterte conmigo, pesado —se quejó él.
—¿Yo? ¿Meterme contigo? ¡Jamás! —ironizó George haciéndose el sorprendido.
—Así que hoy haces la guardia de prefecta, ¿no? —me preguntó Ash.
—En efecto —suspiré—. He oído entre el barullo de gente que los Gryffindor tendrán fiesta esta noche en su Sala Común, así que no veré ninguno fuera de hora merodeado por Hogwarts.
—¿Tienen una fiesta? —espetó Ash, y frunció un ceño—. ¡Pero...!
—¿Qué pasa?
—¿Eh? Ah... —miró a su alrededor y después a mí—. ¡Son unos juerguistas! —dijo—. ¡Los demás también queremos fiesta! —sonrió.
ESTÁS LEYENDO
La Serpiente Y El Tejón (Draco Malfoy Fanfic)
FanfictionLa valentía nunca había sido mi fuerte, pero sí mi tenacidad; supongo que por eso me eligieron para la casa de Hufflepuff. Soy Emma O'Brien y estoy complacida de contarle al mundo (tanto mágico como muggle) la historia de mi vida, sobre todo en Hogw...