—¡El objetivo de la clase es hacer callar a la rana, no que le salga humo por la boca!
—¿Qué quieres que haga? Lo estoy intentando, esto es nuevo.
—Al final harás explotar a la pobre rana...
—¡Cállate, Justin!
Hannah y Ernie estaban teniendo una discusión en clase de Encantamientos, porque a ella le salía muy bien el hechizo y él se ponía de los nervios cada vez que le corregían. Me recordaban a Ron y Hermione.
—¿Sabes algo sobre las clases secretas? —me susurró Susan al oído.
—Aún no me han dicho nada, pero serán pronto, seguro —contesté en tono normal—. Y no hace falta que hables bajo aquí; nadie se entera de nada.
Echamos un vistazo a la clase. Yo tenía razón: la clase de Encantamientos era perfecta para hablar, puesto que era lo que todo el mundo hacía, además de practicar hechizos. Intentábamos silenciar a las ranas en esa clase y parecía que a casi todos les iba bien.
Nuestra clase era bastante buena. Combinar a los inteligentes Ravenclaws con los trabajadores Hufflepuffs no era una mala idea. Aunque había excepciones, por supuesto.
—¡Silencius! —exclamó Ernie hacia su rana.
—Dale un golpe seco, no muevas tanto la varita —le indicó Hannah.
—¿Cuántas veces se lo has dicho ya? —se río Justin.
—Catorce veces. Las he contado —respondió Ernie de mal humor y volvió a decir el hechizo apuntando con su varita al animal. La rana parpadeó y todos vimos que ahora tenía un ojo rojo y el otro amarillo.
—Debe gustarle Gryffindor —comentó Susan con una sonrisa.
—¡No tiene gracia! —bufó Ernie—. ¡Inténtalo tú!
—Ya lo he hecho —dijo la pelirroja, sin alterarse.
—¿Qué tipo de hechizos nos enseñará Potter? —se preguntó de repente Justin.
—Defensivos —contestó Hannah con tono obvio, a lo que Ernie rodó los ojos y Justin meneó la cabeza.
—Me refiero a... Bueno, ¿sabrá hacer maleficios? —cuestionó el moreno, bajando un poco la voz.
—Oh, claro que sabe —asentí yo—. Y no es el único.
Recordé que el año pasado Draco y Harry casi se maldicen entre ellos, pero resultaron heridos Hermione y Goyle. Ambos maleficios eran bastante buenos y yo también conocía algunos; tenía libros interesantes en casa. Pero nunca les había probado, aunque tampoco me gustaría hacer daño a nadie...
Espera un momento...
¡Smith!
Aunque no me ha hecho nada grave...
No te ablandes, Emma. Sólo es cuestión de tiempo que vuelva a impacientar tu valioso tiempo.
Tienes razón.
Siempre la tengo.
No siempre.
¡Oye, no te consiento que...!
—¡Guay! Podríamos usarlos contra Umbridge —sonrió Justin.
—Y yo contra ti —espetó Hannah, haciendo que todos la mirásemos extrañados—. No me miréis así, soy prefecta y no voy a dejar que hagáis maleficios contra todo el mundo. Y tú, Ernest, deberías hacer lo mismo.
—No me llames Ernest —suspiró él—. Y... un maleficio pequeño no hace mucho daño...
—Está prohibido hacer magia por los pasillos, sin autorización de un profesor y mucho menos si la magia a punto de realizarse va contra una persona, sea un alumno, profesor, o ser vivo, fantasma, objeto u otra cosa que se os ocurra —determinó la rubia.
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La Serpiente Y El Tejón (Draco Malfoy Fanfic)
FanfictionLa valentía nunca había sido mi fuerte, pero sí mi tenacidad; supongo que por eso me eligieron para la casa de Hufflepuff. Soy Emma O'Brien y estoy complacida de contarle al mundo (tanto mágico como muggle) la historia de mi vida, sobre todo en Hogw...