La Serpiente Y El Tejón (Draco Malfoy Fanfic)

Almería

—Siempre que viajamos lo hacemos en noviembre, ¿nos gusta mucho ese mes o qué? —comentó Ash mientras yo hacía clic en el icono del navegador.

—Todavía no sé cómo pudiste aprender a utilizar ese trasto —arguyó Draco señalando el ordenador.

—Bueno, llevo toda mi vida rodeada de aparatos muggles. Algo se me ha quedado —sonreí mientras escribía en el teclado.

—Joder —murmuró Draco—. Escribes muy rápido.

—¿Quieres dejar de comentar todo lo que hace? Me pones nerviosa —bufó Ash.

—Asherah... —le advirtió Sher. Ella rodó los ojos y fijó su mirada en la pantalla del ordenador.

—¿Qué pasaría si escribieras el nombre de una criatura mágica en Giugle? —curioseó Draco observando mis movimientos con el ratón y el teclado.

—Se dice Google, cariño —le corregí con una sonrisa—. Y, respondiendo a tu pregunta, seguramente me corregiría con una palabra similar o diría que no se han encontrado resultados sobre ello.

—Prueba a escribir escarbato —pidió Sher emocionado.

—¡No! —negó Ash con el ceño fruncido, cuando yo estaba a punto de abrir otra pestaña para comprobarlo—. Estamos buscando hoteles en España, quiero acabar de una vez. Me duele la espalda de esta en esta silla —se quejó con otro bufido.

—¿Te traigo otra, amor? —se ofreció Sher.

—Que no —negó Ash con impaciencia—. Vamos, Emma, entra aquí —me indicó señalando la pantalla.

—Pero... ¿luego miraremos lo del escarbato? —susurró Sher.

—Sí —contesté soltando una risa.

—Qué obsesión —masculló Ash.

Para suerte de mi prima, la búsqueda de hoteles y vuelos baratos de España fue fácil y rápida; media hora después ya estábamos planeando qué cosas podríamos hacer allí. Ash tenía razón, parecía que en noviembre siempre decidíamos viajar; la verdad es que era una buena época. Solo esperaba que en España no hiciese mucho frío. Habíamos pensado en hacer ese viaje desde hacía tiempo, y en esa ocasión, Harvey, Bella, Luna y Rolf iban a unirse a nosotros.

Con respecto a lo del escarbato, Google nos corrigió poniendo «Quizás quisiste decir escarbado».

—Seguro que el hotel ofrece excursiones guiadas por los alrededores o qué sé yo —opinó Ash.

—Mi madre me ha dicho que hay autobuses para turistas que recorren la ciudad —aporté.

—¿A qué parte vamos exactamente? —curioseó Sher.

—Al sur, que tiene un clima más cálido —contestó mi prima—. Ya que viajamos en invierno, al menos que no nos muramos congelados por la calle. El norte es... uf.

—Hablas como si ya hubieses estado allí —se extrañó Draco.

—¿Qué pasa? Emma no es la única que sabe utilizar un ordenador —replicó Ash—. He estado investigando. Tengo maneras de divertirme.

—Vicios secretos... —murmuré con una sonrisa socarrona.

—¿Me estás ocultando algo, Asherah? Porque sería el momento idóneo de confesar —dijo Sher mientras Ash me fulminaba con su mirada acaramelada.

—Oh, cállate —le espetó a su marido.

En ese momento Draco llamó a Robin y le pidió que empezara a preparar la cena. Cuando el elfo se materializó de nuevo en la cocina, oímos cómo Iris berreaba en la habitación de arriba, donde la habían dejado durmiendo. Ash se Desapareció para calmarla, y yo esperé que no despertara a Scorpius. Por suerte, el pequeño se mantuvo callado.