Cielo despejado

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Tiempo después de la guerra mágica, se celebraron los funerales de cientos de guerreros que habían caído en la batalla. El de Remus y Tonks fue muy duro: la señora Tonks tenía a su recién nacido nieto en brazos y lloraba y gritaba sin parar mientras el pequeñín dormía.

Hubo algunos a los que no pude acudir, bien porque me enteré tarde de la fecha o porque no tenía mucha relación con el difunto. Zacharias me invitó al de su padre, a quien enterraron junto a su mujer. La pena de mi amigo la podían sentir todos los presentes. Incluso Ash me acompañó, al igual que mi madre.

El de Fred Weasley fue el más melancólico. El lugar estaba lleno de gente conocida. Toda la familia Weasley lloraba a moco tendido, al igual que Hermione y Harry. Este último, que había presenciado su muerte, me dijo que murió igual que Sirius: riendo. Entonces yo también me emocioné.

Después de este funeral, la gente empezó a decir que Draco había estado presente en él, que le había llevado flores a Fred y había sido visto por George. Yo no me hice caso de ninguna teoría.

En cualquier caso, ¿quién era Draco Malfoy?

Está bien, no puedo mentir. Pensaba en él todas las noches, con lo cual, me dormía siempre alrededor de las tres de la mañana. Me sentía culpable por haberle dicho esas cosas tan despreciables... Pero, sinceramente, eran la verdad. En aquellas circunstancias podría haberle hecho un Crucio, sí, pero yo solo dije lo que sentía.

Así que, así me encontraba: decidiendo si hacía bien olvidándole o si solo conseguiría matarme por dentro si lo intentaba.

Presenté a Harvey a mi familia. Sorprendentemente, fue bien acogido, aunque la abuela Scarlett solo se relajó hasta que le hizo a mi hermanastro un largo cuestionario sobre cosas serias. Nos contó muchas barbaridades de O'Brien, y que algunas las había descubierto en la batalla de Hogwarts, cuando usó la Legeremancia con su madre semiinconsciente. Después de ver cómo eran de verdad sus padres, Harvey tomó la decisión de acabar con ellos. Yo le ayudé sin pretenderlo.

Tanto él como Zach se habían quedado huérfanos, así que, siendo ya mayores de edad, podían vivir solos. Pero Zach le propuso a Harvey que fuese a la casa de los Smith a vivir con él. Congeniaron muy bien y ambos empezaron a estudiar para trabajar en el Ministerio, como habían hecho sus padres.

Me alegré tanto por que todo salía bien después de la tormenta, que no podía ni creerlo. Yo, por mi parte, comencé con mis estudios de medicina mágica.

Ash, por otro lado, siguió el ejemplo de su querido Sher, ya que le gustaban las criaturas (más que algunas personas, me dijo en una ocasión) y la idea de vivir aventuras con su amado, además de viajar por todo el mundo, le parecía la idónea. A raíz de esto, se fue a Gales con los mellizos Scamander a estudiar Magizoología.

Estos dos ya no vivían en la casa de mi tío Steve, por eso pudieron acoger a Asherah. Habían comprado una casa con el dinero que habían estado ahorrando mientras trabajaban en un bar, junto con lo que les mandaba su padre desde América.

El amor secreto de Rolf resultó ser mi querida amiga Luna. Ella decidió quedarse a estudiar Magizoología en Inglaterra, aunque se carteaba con Rolf y hablaban sobre verse en vacaciones.

Mi día a día era algo ajetreado. Debía madrugar todos los días para ir hasta San Mungo y tener clases para formarme y ser Sanadora, que era un poquito más difícil y específico que ser Medibruja. Tuve la suerte de encontrarme entre los alumnos a Hannah Abbott, mi fiel amiga.

—¡Nunca me dijiste que serías Sanadora! —repliqué con una sonrisa.

—Lo pensé mucho antes de apuntarme a las clases —sonrió ampliamente—. Ya sabes, son cuatro años de estudio.

La Serpiente Y El Tejón (Draco Malfoy Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora