No sabía el motivo, pero Draco estaba más conmigo ahora. Y no me quejaba, claro. Smith no se me acercaba tanto. La verdad era que solo le veía en clase, pero no por los pasillos, ni siquiera en la mesa de mi casa en el Gran Comedor. Donde se metía no tenía ni idea, aunque tampoco me importaba.
—Emma O'Brien, ven aquí ahora mismo —me murmuró una voz femenina desde detrás de una columna. Me acerqué al origen de la voz y fruncí el ceño, porque no había nadie.
Hermione apareció de la nada, hasta que me di cuenta de que llevaba la capa de invisibilidad de Harry.
—¿Qué pasa? ¿Qué haces aquí? ¿Por qué estás escondida? —cuestioné.
—Pasa algo importante que te tengo que contar. Estaba esperándote aquí para decírtelo. Y estoy escondida porque no quiero que me vean, es evidente, ¿no? —me contestó aún en voz baja.
—Cuéntame eso ya, soy una cotilla que necesita saber cosas —sonreí traviesa.
—Tápate y vamos a un sitio más seguro —propuso. Nos metimos ambas debajo de la capa y anduvimos por los pasillos intentando no tropezarnos con nadie, porque eso nos crearía muchos problemas. Nos dirigimos a un pasillo cercano a la entrada de mi casa. Siempre estaba vacío y supuse que Hermione lo sabía.
—Bien, ¿qué es eso tan importante que me tienes que contar? —le pregunté impaciente. Habíamos estado calladas durante todo el trayecto para no asustar a la gente y para que no nos descubrieran, aunque se me hizo difícil callar.
—Tengo pareja para el baile —me soltó sonrojada.
—¡Oh, Hermione, es la cosa más novedosa que me podrías haber dicho! —espeté sarcástica. Ella rodó los ojos y yo sonreí—. Hermione, es normal que tengas pareja.
—¡Pero no sabes quién es! —me soltó cruzándose de brazos.
—Pues dímelo —contesté.
—Es... A ver... No te asustes, ¿eh? Bueno, tampoco es tan feo... Solo que... No me malinterpretes, él me lo pidió y ya sabes que yo nunca le admiré... Es decir, es bueno en lo que hace, pero no soy una loca obsesionada con la fama, así que...
—¡Hermione!
—¿Qué?
—¡Dilo!
—Es... —suspiró—. Es Viktor Krum.
Y entonces entendí las bobadas que me había dicho. Todo eso de que no le había admirado y que no era una loca obsesionada con la fama. Así que Viktor Krum...
—¡Vaya, así que búlgaro, ¿eh?! —me reí.
—¡Emma! —me regañó frunciendo el ceño.
—¿Qué? —sonreí—. Me agrada Krum. Juega muy bien al quidditch y parece muy simpático detrás de esa complexión que tiene para poder enfrentarse a un elefante...
—¡Emma! —exclamó de nuevo molesta, poniéndose más roja—. Bueno, supongo que tienes razón... Es muy dulce cuando le conoces, muy caballeroso y educado, no como otros...
—Hablando de otros, ¿qué tal Harry y Ron con sus parejas? —pregunté con curiosidad.
—Igual que tú —contestó—. No tienen.
—Oh, gracias por tus bondadosas palabras, Hermione Granger —alcé una ceja.
—Emma, es la verdad. A propósito, ¿cuándo piensas encontrar a un chico que te lleve? —cuestionó.
—Nadie me lo pide, Hermione —le dije como excusa. En realidad me lo había pedido Smith ya, aunque para el caso que le hice, como si no lo hubiese hecho. Pero no estaba dispuesta a decirle a Hermione con quién quería ir, porque me contaría toda una larga lista de cosas en contra de Draco Malfoy, y yo no estaba por la labor.
ESTÁS LEYENDO
La Serpiente Y El Tejón (Draco Malfoy Fanfic)
FanfictionLa valentía nunca había sido mi fuerte, pero sí mi tenacidad; supongo que por eso me eligieron para la casa de Hufflepuff. Soy Emma O'Brien y estoy complacida de contarle al mundo (tanto mágico como muggle) la historia de mi vida, sobre todo en Hogw...