~Narrado por Stefani~
Habían pasado un par de días desde el incidente con Roger, y yo aún no me había atrevido a contarles nada a mis padres. No sé por qué, pero sentía que no iba a servir de mucho. Roger, sabiamente, no me había buscado ni hablado ni nada, lo cual era una suerte para él, porque si lo veía, iba a golpearlo hasta matarlo o algo así. Había pasado de tristeza a una furia absoluta, y si me lo encontraba, bueno...
Quizás si no hubiera tenido nada que hacer, me había vuelto loca pensando en aquel traumático suceso, pero el caso era que al día siguiente sería mi primer concierto, en el que cantaría mis canciones propias, y me llevará todo el día en componer canciones o arreglar y ensayar las que ya tenía.
De cualquier forma, había algo que no podía sacar de mi mente, algo, o más bien alguien. El cómo me sentía respecto a eso podría resumirlo diciendo que nunca me separaba del tomo de "Cumbres Borrascosas", y había leído tantas veces la nota de Brian que ya me la sabía de memoria.
Necesitaba verlo, y pedirle perdón por lo estúpida que había sido, pero no sabía cómo acercármele, ni que iba a decir cuando lo viera después de tanto. Por eso, esa mañana me armé de valor y decidí ir a su casa e invitarlo a mi concierto. No esperaba que aceptara asistir, no me lo merecía, pero era la excusa perfecta para verlo una vez más y arreglar todo con él.
La mañana era muy fría y nublada, y unos cuantos copos de nieve caían del cielo, iniciando lo que se convertiría en un invierno completamente nevado en los días siguientes. Hacía muchísimo frío, y las calles empezaban a ponerse resbaladizas, pero aun así, en cuanto me desperté, me vestí y salí en mi auto rumbo a la pequeña casa de Bri. Lo del frío era una suerte, me daba una buena excusa para usar una bufanda y ocultar los moretones que me habían dejado los golpes de Roger en la cara.
Sentí un enorme vacío al pasar por las conocidas calles del barrio de Brian, que tantas veces habíamos recorrido juntos... Me sentía tan mal ahora que ni siquiera fui capaz de llegar directamente a su casa, así que estacioné mi auto a un par de cuadras y el resto lo recorrí a pie, pensando en que sería lo que iba a decirle cuando lo viera, pero por más que buscara una frase, todo sonaba igual de ridículo en mi mente, por no decir en voz alta.
Estando a un par de metros de la cochera, vi con horror que el taller estaba abierto, lo cual significaba que ni siquiera contaría con el par de minutos extra para pensar que hubiera ganado de haber tocado la puerta. Disminuí la velocidad de mis pasos conforme me iba acercando al taller, pero cuando ya estaba prácticamente en la entrada vi que era su papá, y no él, quien ya estaba trabajando a esa hora de la mañana.
Consideré irme y volver más tarde, pero decidí que quizás fuera mejor tener un interlocutor antes de la hora de la verdad.
-Bu... Buenos días señor-balbuceé
El padre de Brian se volvió y me miró, muy sorprendido.
-Stefani-dijo, francamente incrédulo-Buenos días... ¿Qué se te ofrece?
-Amm... ¿está Brian en casa?
-Esto... No. Bueno, sí, sí está, pero sigue dormido y...
-No, está bien, es un poco imprudente venir tan temprano
-No, no, descuida... ¿Lo buscabas para algo en especial?
-Yo... Sí, quería... Darle esto
Tendí hacia el señor el volante de mi concierto. Él lo tomó y lo leyó, para luego volver a mirarme.
-Voy a... tocar mañana-expliqué-No sé si su hijo quiera ir...
-Descuida-dijo el Sr. May-Se lo daré y le diré que viniste
-Gracias
Ambos estábamos muy incómodos, pero yo sentía la necesidad de decir algo más.
-¿Cómo está él?-pregunté
El Sr. May se tomó un tiempo para responder. Parecía estar meditando muy seriamente la respuesta.
-De hecho está un poco enfermo desde ayer-dijo, aunque no lucía muy seguro-Por eso sigue dormido, si no, ya estaría aquí
-Sí, no lo dudo... Bueno, gracias... ¿Se lo entregará?
-Te lo prometo
-Gracias... Bueno... Que tenga buen día, hasta luego
-Adiós
Creo que ambos nos sentimos muy aliviados cuando me fui de ahí.~Narrado por Brian~
Abrí los ojos, sintiéndome aún más débil que la noche anterior. Ya era todo un hecho que estaba en un grado alto de anemia, me sentía muy mal, y el clima frío no me estaba ayudando en nada. Tenía muchísimo más frío del que parecían sentir los demás, y eso me preocupaba. Por lo menos, gracias a eso estaba durmiendo más. Debía ser casi medio día, a juzgar por el sol que se colaba a través de la escarcha de mi ventana.
Me levanté de la cama temblando, y lo primero que hice fue ponerme una gruesa chamarra sobre mi pijama. Estaba decidido a ir a la cocina y tomar café lo más caliente que se pudiera.
Llegué a la cocina, y me serví café de la vieja tetera. Me senté a la mesa, tomando la taza con ambas manos para calentármelas un poco. En eso, mi papá entro del taller, supongo que atraído por todo el ruido que hacía.
-Buenos días, papá-salude
-Tardes, dirás-bromeó él
-Buenas tardes, pá-corregí
Él soltó una risita y me acarició el cabello. También se sirvió una taza de café, para acompañarme.
-Perdón por levantarme tan tarde-dije
-¡Oh, no! Así como estás, mientras más duermas, mejor
Lo notaba algo nervioso, pero no dije nada, solo me limité a tomarme mi café.
-Hace rato pasó algo... fuera de lo común-dijo de pronto
-¿Qué ocurrió?-pregunté
-Tuvimos visitas
-Tener visitas no es fuera de lo común, pá. Parece que Fred, John y Haz viven aquí
Mi papá soltó una risita nerviosa.
-¿Quién vino?-quise saber
-Bueno... se supone que está prohibido decir su nombre
Estaba a punto de tomar de mi taza, pero al oír eso la bajé despacio y la dejé sobre la mesa.
-¿Ella estuvo aquí?-dije, sin creérmelo
Papá asintió.
-Pero...
-Escucha Bri, estabas dormido, no quise despertarte porque... Bueno, creí que te iba a hacer mal, lo siento
-No, no... Si lo hubieras hecho, te hubiera pedido que le dijeras que no estaba. ¿Qué quería?
-Me pidió que te diera esto
Me tendió un papel. Lo tomé, temblando. Era un volante... evité a toda costa ver su foto. Decía que iba a dar un concierto... mañana... en el escenario de un elegante hotel. Joder...
-No quiero ir-sentencié, dejando el volante sobre la mesa, con el lado impreso hacia abajo
-Nadie te está obligando, muchacho, yo cumplí con dártelo
Me quedé callado un buen rato, pero eran demasiadas cosas en mi cabeza como para ignorarlas y dejarlas en silencio:
-¿Cómo puede hacerme esto? ¿Cómo puede simplemente aparecer y...?
-Bri, cálmate
-Papá, es que... ¿Te das cuenta de lo mucho que me esfuerzo para olvidarla, y de pronto aparece esto?
-Lo sé, y te entiendo, hijo
Solté un gran suspiro.
-¿Qué debo hacer, papá?-pregunté, desesperado
-Sólo tú puedes decidir eso
-Y, como mi padre, ¿qué me recomiendas?
Papá me miró unos segundos, pensando.
-Mira, yo no te puedo obligar a nada-respondió-Pero estoy seguro de que si no vas te vas a arrepentir toda tu vida
Asentí. Era verdad. Yo le había prometido que iba a estar con ella el día de su debut...
-Que vayas a verla no quiere decir que debas hablar con ella-continuó papá-Mira... Puedes tomarlo como un concierto más, vas a escuchar música, y nada más
-Tienes razón... Creo que eso haré, papá
-Ah, y arréglate un poco
-También haré eso
![](https://img.wattpad.com/cover/67327762-288-k173494.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Yoü And I
RomanceBrian May es un chico humilde y tímido, con grandes aspiraciones para su futuro. Stefani Germanotta es una rebelde nata cuyo sueño es ser cantante. Cuando ambos se conocen, saben que están dispuestos a estar juntos para siempre, pero ¿y si parece qu...