Capítulo 32

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~Narrado por Stefani~


Me sentía extrañamente tranquila desde ayer. Sabía que esto se iba a dar poco a poco, y que quizás nunca volvería a ser como antes, pero el hecho de que Brian me aceptara en su vida de nuevo me tenía bastante feliz. De verdad que él era increíble... Aunque fuera de esta manera, me estaba dando una segunda oportunidad, cuando yo y él sabíamos de sobra que no me lo merecía. Pero esta vez no iba a decepcionarlo. Quería demostrarle que podía ser digna de él, y que nuestra... bueno, amistad, podía ser como al principio de todo, cuando recién lo conocía, cuando todo era lindo...


Miré unas fotografía de los dos, que había encontrado tiradas debajo de la cama. Era una de esas tiras de cuatro fotos que se toman en las cabinas. Me parecía hasta raro vernos a ambos juntos, sonriendo, con Brian abrazándome, dándonos un beso... toda esa felicidad se había quedado congelada en esa fotografía, cuando ninguno de los dos tenía el corazón roto aún. ¿Cómo es que fui a cambiar eso por un rato de diversión estúpida con Roger?


Metí estas fotos en el libro que Brian me regaló. Ahora, estas eran el único recuerdo de aquellos días, pues apostaría lo que fuera a que Brian se había desecho de nuestras fotos juntos.


Me pasé las manos por el cabello, suspirando. No estaba muy segura de qué hacer ahora, pues quería seguir hablando con Bri, para poder estar segura de seguir insistiendo o de plano dejarlo en paz, pero no sabía si ir a su casa o esperar un poco más. Sea como sea, estaba tan metida en mis pensamientos que cuando tocaron a mi puerta, me sobresalté.
-¿Sí?-respondí, alzando la voz un poco
-Stefani, tenemos que hablar-dijo mi padre del otro lado


Suspiré de nuevo. De nada iba a servir que pidiera que me dejara sola, así que sólo me puse una chaqueta (para esconder los tatuajes en mis brazos que me había hecho recientemente) y dije:


-Adelante


Mi papá entró a mi habitación, cosa que por cierto era extraña, él muy rara vez venía aquí.


-¿Qué pasa?-pregunté, un poco molesta. Aún no se me olvidaba lo del día anterior, y por lo visto, a papá tampoco.


-Supongo que ya sabes de que quiero que hablemos-dijo él, sentándose en mi cama


-Y supongo que ya sabes lo que voy a responder


-Tal parece que no entiendes lo mucho que te conviene casarte con Roger


-¿Casarme? Papá, por favor, tengo 18 años


-Estamos hablando a futuro, Stefani. Pero obviamente, tendrías que ser su novia desde ahora


-De verdad... ¿cómo puedes pedirme esto sabiendo lo que pasó?


-Mira, ya te he repetido hasta el cansancio que estoy muy consciente de que Roger cometió un error


-No se nota que lo estés, o no querrías obligarme a volver a verlo


-¿Y cuál es tu plan entonces? ¡No vas a decirme que andas buscando volver con el carpintero!


-Pues para que lo sepas de una vez, es justo lo que pretendo hacer


-Stefani, ¿acaso no ves que es un error? ¿Qué puede ofrecerte ese muchacho?


-Amor, en primera, no sólo interés


-¿Y qué tal si el interesado es él?


-Sé que no es así, Brian es un gran chico


-No tiene estudios, no viene de una buena familia, es muy mayor para ti...


-¿Muy mayor? Tiene 20 años, ¡igual que Roger!

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